En un llamado urgente al Gobierno Federal, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, ha solicitado la intervención de la carretera federal Zitácuaro-Ciudad Altamirano, la cual ha permanecido en condiciones precarias por más de una década. Durante una reunión reciente con Jesús Antonio Esteva Medina, próximo secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), el mandatario destacó la importancia de rehabilitar esta vía, junto con otras 11 carreteras troncales federales, ante el deterioro crítico que enfrenta la red vial del estado.
La carretera Zitácuaro-Ciudad Altamirano es una vía estratégica no solo para el tránsito local, sino también para la conectividad regional entre Michoacán y Guerrero. Esta carretera ha sido testigo de años de abandono, lo que ha afectado gravemente a las comunidades aledañas, el transporte de bienes y servicios, y la seguridad de los conductores que la transitan.
Ramírez Bedolla detalló que la falta de mantenimiento de las carreteras federales en Michoacán ha generado un deterioro significativo en casi el 85% de la red vial federal, lo que se traduce en mil 955 kilómetros afectados. De no atenderse, esta situación podría empeorar a inicios de 2025, aumentando los costos de reparación y poniendo en riesgo la movilidad de miles de ciudadanos. Entre las carreteras más afectadas se encuentra la Zitácuaro-Ciudad Altamirano, una arteria fundamental que no ha recibido atención en más de 10 años.
Ante esta problemática, el Gobierno de Michoacán ha activado un programa emergente de bacheo con una inversión de 30 millones de pesos, a fin de mitigar los daños inmediatos en tramos críticos. Sin embargo, esta medida resulta insuficiente para resolver los problemas estructurales. En ese sentido, se han destinado mil 340 millones de pesos adicionales para la reconstrucción de tramos federales y pasos superiores vehiculares, en un esfuerzo por recuperar las principales vías de comunicación del estado.
Entre las intervenciones planeadas destacan no solo la carretera Zitácuaro-Ciudad Altamirano, sino también otros tramos prioritarios como Opopeo-Pátzcuaro, Jiquilpan-San José de Gracia, Buenavista-Tepalcatepec y Apatzingán-Tepalcatepec, que requieren atención urgente para evitar un mayor colapso.
La rehabilitación de la carretera Zitácuaro-Ciudad Altamirano y del resto de las vías mencionadas no solo mejoraría la conectividad de Michoacán, sino que también impulsaría el desarrollo económico de las zonas rurales y urbanas que dependen del transporte terrestre para el comercio y la agricultura. Además, la mejora en la seguridad vial reduciría el número de accidentes, actualmente agravados por las malas condiciones del pavimento.
El gobernador hizo hincapié en la necesidad de trabajar de la mano con el Gobierno Federal para garantizar que estas inversiones sean suficientes y lleguen a tiempo. Michoacán, con una red carretera de más de 2 mil 285 kilómetros, es un estado clave para la conectividad en el centro-occidente del país, y su infraestructura vial requiere de atención prioritaria.