Por el Ing. Florencio Soto Pineda.
San Chiqueo es un lugar que contiene mucha historia, paisajes extraordinarios y es lugar de transición del clima caliente a frío.
En medio de la cascada, con el ahora ya ingeniero Gamaliel Ambriz (guía), su servidor y el profesor Antonio Plancarte. (Foto propia). 
Caminando por la cornisa en medio de la cascada. (Foto propia). 
Esther García Gómez. (Foto propiedad del Archivo Municipal de Huetamo). 
La humilde escuela de San Chiqueo, llena de historia. (Foto propia). 
Los anteojos o representación de dos sistemas solares y una conexión entre ellas, que según historiadores peruanos es un agujero de gusano para viajes intergalácticos. (Foto propia). 
La dimensión de la cascada, gente abajo, cuatro en medio y su cúspide. (Foto propia). 
Una vereda pequeña en medio de la cascada. (Foto propia).
A San Chiqueo se llega por la carretera Huetamo-Zitácuaro, desviándose en el rancho Tierras Blancas con rumbo al poblado de Baztán, el cual se atraviesa para continuar por grandes subidas hasta llegar al rancho en cuestión, lugar con magnífica vegetación y clima templado.
En este lugar conocimos la casa de la que fuera la primera mujer presidenta de Huetamo, Esther García Gómez (DEP), en 1958, en donde el poder político lo tenían los hombres caciques de la región, conocimos la escuela donde dio clases en la primera mitad del siglo pasado.
La historia de este lugar lo contaba la señorita Raquel García Gómez (DEP), hermana de Esther, comentaba que este rancho lo compró un excombatiente belga de la Guerra de Reforma que se quedó en esta región, el cual se casó con una señorita de Paso de Arena y adquirieron el rancho San Chiqueo, teniendo familia muy bella raza blanca, que empezaron a casarse entre parientes para conservar su linaje. No bajaban al poblado de Huetamo y la vez que lo hicieron, fueron a misa y el sacerdote quedó maravillado con la belleza de una de las hijas del dueño del rancho, éste se dio cuenta de las intenciones del párroco y se fue inmediatamente muy molesto por la actitud del sacerdote y ya nunca regresó a este poblado.
En octubre de 2014, fuimos a la cascada de este lugar, que es un rancho apacible y muy pintoresco y de aquí caminamos por las márgenes de un arroyo que cuenta el hoy Ing. Gamaliel Ambriz (nuestro guía), que anteriormente tenía truchas, nutrias que se alimentaban de este pez que era abundante, y así en media hora de camino lleno de vegetación, llegamos a la cascada de gran tamaño que tiene una vista maravillosa y el escurrimiento de agua era débil por el temporal en que fuimos (época de sequía), tomamos muchas fotos y subimos a la parte media de la cascada y la cruzamos por un endeble sendero, es una experiencia inolvidable.
No dio tiempo para seguir el tour, ya que existe otra cascada de mayor tamaño y un árbol de pino que aún se conserva, pero eso será en otra ocasión que planeo hacerla con el Ing. Benítez y el grupo de los cinco.
En este lugar habita el puma, lo han visto cruzar la carretera los pasajeros del camión de transporte de San Chiqueo a Huetamo, (por favor no lo sigan matando a este animal ni a la nutria que se ve en el río, están ya casi extintos, cambiemos nuestra cultura).
Después de la visita a la cascada, fuimos al rancho a comer en un ambiente campirano muy agradable, para posteriormente ir a admirar unos petroglifos muy significativos de la raza purépecha, se trata de dos espirales que los lugareños le llaman los anteojos, esta representación es muy clásica en la cosmogonía de los purépechas, ya que la encontramos en Perú, en todo Michoacán, en el Estado de Hidalgo, Guanajuato y otros lugares con presencia de esta gran raza de la cual somos descendientes.
En la guerra cristera en este lugar aprehenden al presbítero José Ramírez, él se encontraba en este lugar cuando les cayó la acordada, lo escondieron en las casas y en la noche las mujeres lo trataron de sacar disfrazándolo de mujer, pero es descubierto, lo aprehenden y de este lugar lo llevan a La Mesa de Totolapan, atravesando el Río Bajo Tacámbaro y saliendo de este lugar como a un kilómetro rumbo a Huetamo, lo torturan de forma inhumana y fallece a un lado de la carretera y aquí mismo lo entierran (de esto lo daré a conocer posteriormente en otro artículo).
También se suscitó un conflicto armado entre los de San Chiqueo liderados por La Rienda y la gavilla de los Avila que cobró muchas vidas, ya dedicaré un tema a estos problemas sociales propios de la época.
