En un trágico incidente que conmocionó a la población de Coahuayana, la iglesia de San José Obrero sufrió una fuerte explosión que causó graves daños al templo el pasado 3 de julio. El párroco Teodoro Arreola Gutiérrez presentó una denuncia ante la Fiscalía General del estado de Michoacán, sin determinar aún si se trató de un atentado o de una explosión por pirotecnia, como sugieren algunas versiones.
A través de un comunicado, el religioso informó sobre su visita a la Fiscalía General para presentar la denuncia correspondiente por la explosión. «Aguardaremos con paciencia el peritaje de las autoridades para esclarecer las causas de este lamentable suceso», expresó el párroco en su mensaje.
En un inicio, y de manera extraoficial, se atribuyó la explosión a un explosivo arrojado por un dron, en un contexto donde el municipio de Coahuayana se encuentra inmerso en disputas relacionadas con el narcotráfico. No obstante, otras versiones indican que la explosión pudo haber sido causada por pirotecnia almacenada en el lugar.
La comunidad espera con incertidumbre los resultados del peritaje oficial que determinarán la causa exacta de la explosión y esperan que se haga justicia en este caso que ha afectado profundamente a la congregación y a la población local.
