Por: Alma Yolisma Benítez H.
Al encontrarte frente a un nuevo paradigma la primera interrogante que puede surgir es ¿a qué se refiere?, ¿en qué sentido se utiliza la palabra complejo?, ¿complejo es sinónimo de complicado en esta teoría?, entre otras. Es como asistir a una cita a ciegas donde no sabes con qué te encontrarás, sin embargo en el Seminario Internacional Sobre la Teoría de la Complejidad realizado entre los días del 10 al 12 de febrero de 2010 donde asistieron docentes, alumnos del sistema educativo e investigadores procedentes de países latinoamericanos reconocidos básicamente como países del sur debido a la condición social que impera, se abordó dicha teoría analizada desde diversas perspectivas coincidiendo una vez más en que la organización, el trabajo en equipo, el análisis a fondo y el replanteamiento de los conceptos ya establecido nos llevan a construir un mejor futuro, actuando en el presente y apoyándonos o aprendiendo del pasado.
Un pensamiento complejo en palabras del Dr. Pedro Luis Sotolongo, promotor de la Teoría de la Complejidad se lleva a cabo “cuando se tiene en cuenta lo más posible”, los pros y contras de algún problema o aspecto en cuestión, es decir cuando el individuo deja de ser sólo un receptor estático de información y se convierte en una persona dinámica y autorregulada por su propio pensamiento que ahora es complejo y no estático, por lo tanto ahora se sabe que complejo no es sinónimo de complicado sino más bien de un pensamiento que articula redes de conceptos que generan ideas nuevas donde muchas veces no todo lo nuevo sirve, ni todo lo viejo se desecha.
Nos encontramos ante un nuevo paradigma, es decir una nueva forma de resolver problemas y de encuadrar la realidad, el cual nos invita a pensar para actuar y actuar para ganar.
Ya para concluir me gustaría retomar una breve reflexión realizada en el seminario que dice así:
Un discípulo le pregunta a su maestro -Maestro ¿estoy dormido o estoy despierto?.
A lo que el maestro le responde –Estás despierto, pero sigues soñando…
Reflexión que nos invita a realizar una reforma de mentalidades, actuar y llevar a cabo los proyectos que están estancados en forma de sueños irrealizables.
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