Inicia noviembre en Michoacán con una ola de violencia, van 13 asesinatos en enfrentamientos y emboscadas

Michoacán inició el mes de noviembre en un contexto de extrema violencia, sumando 13 asesinatos en diversos municipios y registrando una serie de enfrentamientos y emboscadas contra las fuerzas de seguridad. Entre las víctimas se encuentran un agente de la Guardia Civil, identificado como Antonio Gutiérrez Pérez, y dos mujeres, además de varios heridos, incluidos menores de edad. Los hechos evidencian el alto nivel de riesgo que enfrentan tanto las autoridades como los ciudadanos en el estado, afectado por el control territorial que disputa el crimen organizado.

El viernes 1 de noviembre, agentes de la Guardia Civil fueron emboscados en Tangamandapio por un grupo de sicarios armados. Tras un enfrentamiento prolongado, los agresores se dieron a la fuga, pero el saldo fue trágico: el agente Antonio Gutiérrez Pérez perdió la vida, mientras otros elementos resultaron lesionados. Este ataque es un ejemplo de la violencia directa que sufren las fuerzas estatales al intentar imponer el orden en la región.

El mismo viernes, en Morelia, dos hombres fueron encontrados ejecutados y con signos de tortura en una brecha de la Tenencia de Santiago Undameo. Hasta el momento, no se ha identificado a las víctimas. Horas después, en Cuitzeo, se localizaron los cuerpos de dos jóvenes, Cristian Eduardo y Juan Carlos, ambos reportados como desaparecidos días antes. Los cadáveres fueron encontrados en distintos puntos del Barrio Los Cerritos: uno dentro de una caja de cartón y otro degollado. En el lugar se hallaron narco-mensajes, un claro indicio de la presencia del crimen organizado en la zona.

El sábado 2 de noviembre, en plena celebración del Día de Muertos, un grupo armado irrumpió en el panteón municipal de la tenencia de Jesús del Monte, donde atacaron a varias personas, resultando en la muerte de una mujer, identificada como Hortensia S., de 59 años, y tres heridos, entre ellos un joven de 16 años. Este incidente subraya el impacto de la violencia en eventos y espacios familiares, sin importar el contexto cultural o tradicional.

Apatzingán fue escenario de dos eventos violentos. En el primero, un grupo de adolescentes fue atacado a balazos; dos jóvenes, Miguel Ángel N., alias “El Macarrón” y José Luis A., fallecieron en el hospital, mientras que tres menores resultaron heridos. A pesar de que los niños heridos no tenían relación con las víctimas fatales, el ataque ilustra la brutalidad de los hechos en los que cualquier persona, sin importar su edad o vínculo, se encuentra en riesgo. En otro incidente en Apatzingán, un hombre fue ejecutado en la colonia Benito Juárez; la víctima fue identificada como Jesús B., de 25 años.

En Tzitzio, una joven de 17 años, Bertha V., fue asesinada a disparos de escopeta, y las autoridades señalaron como principal sospechoso a su pareja, quien actualmente se encuentra prófugo. Este caso resalta la complejidad de la violencia que afecta a las mujeres en Michoacán, donde los feminicidios también son una preocupación constante. Por su parte, en Tarímbaro, un hombre fue asesinado en el fraccionamiento Hacienda del Sol, elevando el saldo de víctimas en esta serie de eventos trágicos.

La tarde-noche del domingo, en el asentamiento Presa de Los Reyes en Morelia, dos hombres fueron atacados a balazos. A pesar de los intentos de los médicos por salvar sus vidas, ambos fallecieron. Estos hechos cierran un fin de semana de alta violencia, en el que Michoacán ha registrado un considerable número de víctimas y un clima de incertidumbre para los habitantes.

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