La actriz, originaria de esta ciudad de Huetamo, fue punta de lanza en la pantalla chica a través de las telenovelas Flor de Durazno, Rubí y Yesenia. Hoy se cumplen 80 años de su nacimiento del escote más famoso de México y una de las primeras mujeres fatales del cine mexicano a finales de la década de los 60 y durante todos los 70, estamos hablando de la actriz Fanny Cano, quien protagonizó más de 30 películas y algunas telenovelas.
María Fanny Cano Damián, nació el 28 de febrero de 1944 en Huetamo, Michoacán, México. Hija de Francisco Cano Romero y Aurelia Damián. Hermana de Blanca, Evelia Rosa, Francisco y Sergio.
A los 16 años de edad fue electa Reina de la Preparatoria 2. Poco después princesa de la porra universitaria y reina de la U.N.A.M. donde cursaba estudios en psicología. En 1961, apoyada por el publicista Jaime Valdés, tomó parte en un taller de actuación dirigido por Seki Sano. Ese mismo año debutó como actriz en el teatro en la obra “Baby Doll”.
Debutó en el cine en la película “El cielo y la tierra”, con Libertad Lamarque en el 1962. Obtuvo su primer estelar como pareja romántica de Mario Moreno “Cantinflas” en la película “Entrega inmediata” en el 1963.
Alcanzó el verdadero reconocimiento en la televisión, en la telenovela “La mentira” en 1965. Tuvo gran éxito con sus telenovelas “Rubí” (1968), “Yesenia” (1970) y “Muñeca” (1974), que la consolidó como primera actriz. Fundó una compañía productora de películas junto a Julissa. Se casó en el 1980 con Sergio Luis Cano, hombre de gabinete, no tuvieron hijos.
En los últimos años de su vida reflexionó, se alejó del mundo de la ficción y la vanidad, vendió todas sus propiedades, hizo obras altruistas, distribuyó bienes en su familia.
Dedicó su vida a la meditación y el orden espiritual. Desde entonces vivió feliz al lado de su esposo y su familia, rehuyó la fama efímera de las candilejas y los reportajes periodísticos. Falleció trágicamente el 7 de diciembre de 1983 en un accidente de aviación en el aeropuerto de Barajas en España a los 39 años de edad.
Sus restos descansan en el Panteón Jardín, Lote de la A.N.D.A. en la Ciudad de México, D.F., el nombre de esta extraordinaria primera actriz está escrito con letras de oro en la historia del cine y la televisión mexicana.
