En mi paso en el ejercicio del periodismo uetamense, no sólo tuve la oportunidad de ser y estar frente a las cámaras de televisión en la empresa TELECABLE, sino que escribí por varios lustros en un semanario local, temas alusivos al deporte, a la cultura e historia uetamense y además, me hice el propósito de tener mi propio medio, lo cual pude plasmar con LA REVISTA EL GUACHE, desde donde proyecté para mis amigos, paisanos y lectores, todo tipo de temas que le dieron larga vida a mi pequeño medio mini a todo color que, sólo la pandemia pudo detener.
Comento esto porque, en esa tarea periodística, me propuse investigar y hurgar algo de lo mucho que Uetamo tiene escondido o más allá de donde los demás van y, no sólo descubrí algunas grutas increíbles, la vértebra de Fray Juan en el templo parroquial y otras cosas, el rostro en el cerro Iquimengari sino que, pude entrevistar a la hermana de Fanny Cano, nuestra célebre paisana que conquistó la fama con su belleza, calidad histriónica y humildad, cargando como otros paisanos extraordinarios, el nombre de su pueblo, Uetamo, que al conocerla a ella, el nombre de Uetamo voló en alas de la curiosidad y eso, no se puede pagar con nada.
La hermana de Fanny vivía en la ciudad de Morelia y me di cuenta que radicaba ahí por mi compadre el profesor Melesio Damián, quien siendo pariente cercano de la familia Damián de Fanny, facilitó las cosas para visitar a su pariente y que BTZ la entrevistara para los medios locales. Aquella entrevista fue extraordinaria pues, Elvia Damián, nos compartió secretos, fotos y vivencias de su querida hermana, que nosotros aún conservamos porque Fanny, fue, es y siempre será uetamense para orgullo de muchos.
Recuerdo que Elvia nos comentó que su hermana era muy sensible y mística, y en los últimos años de su vida, se hizo adepta a las filosofías hindúes, y año con año gustaba de visitar aquellas tierras increíbles donde se quedaba por dos o tres meses. Nos contó también, que tuvo muchos admiradores y que uno de ellos le hizo una pintura al óleo que ella –Elvia- conservaba y que tenía colgada en lo alto de una escalera que daba a un segundo piso de su casa. Pintura maravillosa y de gran tamaño que, en colores rojo y rosa, era y es un tesoro, pues se pintó en plena juventud de Fanny con toda su gracia y belleza femenina. Nosotros, no sólo filmamos la pintura sino la fotografiamos, siendo los únicos que pudimos tener ese material y publicarlo a nivel Uetamo, lo que enriqueció el conocimiento de la vida de Fanny.
Elvia, nos compartió parte de los acontecimientos en que desafortunadamente nuestra hermosa paisana perdió la vida, cuando en el aeropuerto de Barajas España, el 7 de diciembre de 1983 -mañana se cumplen 37 años- y no sólo la industria fílmica mexicana, sino Uetamo perdió para siempre un prospecto extraordinario, deceso que conmocionó a todo México.
Contaba Elvia -que ya también feneció hace cosa de tres o cinco años- que una hija de ella estaba enferma y que Fanny, decidió llevarla a la India, donde conocía médicos que a la par de la medicina moderna, conocían la metodología mística de aquellas tierras y que, había seguridad de que su sobrina se aliviara de sus padecimientos. Acordaron que ellas -Elvia y su hija- viajaran primero hasta la ciudad de Roma, donde Fanny se les uniría después de cumplir ciertos compromisos. Y sucedió que, cuando Elvia y su hija esperaban en Roma, Fanny viajó a España y de ahí trasbordar a Italia, sólo que el avión que la trasportaría, a causa de una densa neblina, sufre un choque violento antes del despegue, muriendo casi la totalidad de sus pasajeros, Fanny entre ellos. En Roma, Elvia recibe la terrible noticia que después, se expandiría por todo el mundo.
Comento esto porque, mañana siete de diciembre, se cumple un aniversario luctuoso más de la hermosa guachita uetamense que regalara al mundo no sólo su belleza sino un buen número de filmes acompañada de los más grandes artistas de su tiempo como Cantinflas, Viruta y Capulina, Jorge Rivero, César Costa, Arturo de Córdova y otros, y cuando la fama crecía como la espuma, llegó la muerte y tronchó para siempre una maravillosa historia. Todo eso y más, es digno de conocerse y sobre todo nosotros los uetamenses porque, Fanny fue una de las grandes exponentes del cine nacional y nació en la cuna del maravilloso Valle de los antiguos Uetamas. Descanse en paz.