Por el Ing. Florencio Soto Pineda.
El Salto de Enandio se localiza entre los límites de Benito Juárez y Zitácuaro, partiendo de Huetamo rumbo a Zitácuaro, se pasa por Tiquicheo, Tuzantla y Benito Juárez, pasando este último lugar hay una desviación a Enandio, un pueblito muy pintoresco con clima templado y de aquí se sigue por camino de terracería hasta El Salto.
Todo empezó con un reportaje a inicios de este siglo, en donde en una nota periodística leí que un grupo de profesionales de rappel de una cadena de televisión a nivel nacional fueron a este lugar y se quedaron atrapados en el descenso y se realizó el rescate hasta altas horas de la noche, en ese entonces yo pertenecía a un grupo de rappel integrado por un Teniente militar (Santiago), un soldado (El Cholo), un agente de tránsito, un personal de rescate (Librado) y un sobrino del Teniente.
Al contarle al Teniente lo ocurrido al personal que descendió y se quedó atrapado, le entró la adrenalina por realizar esta misma trayectoria y descender en rappel y así nos preparamos para esta aventura, llegando a Enandio como a las 8:00 de la mañana de un enero de 2001, estiramos la cuerda y conseguimos un guía del lugar y nos fuimos por terracería subiendo la montaña hasta llegar a una casa en donde dejamos el vehículo encargado y caminando nos fuimos por el sendero, escuchando el estruendo ruidoso que provoca la caída de agua, el camino es agradable entre majestuosa vegetación, como mameyes, plátanos y guayabos y siguiendo el riachuelo que está encajonado en grandes paredes pétreas que desemboca en el salto de agua que es espectacular la vista.
El Salto de Enandio es de las caídas más grandes de Michoacán, teniendo un promedio de 100 metros, siendo un lugar inhóspito y sin promoción turística, aunque en el 2004 fue visitado por el empresario Carlos Slim y ha sido marco de reportajes de diferentes televisoras.
El descenso del rappel lo hicimos con mucha emoción y con la adrenalina alta, el primero que se lanzó fue Santiago cuya función es dar seguridad a los que se avientan, ya que si alguno se desmaya, puede controlar el descenso por medio de imprimirle presión a la cuerda, a mí me tocó apoyar a los que se aventaron y al final yo lo haría solo, primero fue el descenso por una pared vertical como de quince metros para luego fue en el vacío y con la brisa muy fuerte del agua, fue la sensación más fascinante, y solo lo repetimos una vez más, ya que hay que subir a la cima, fue una experiencia que solo el que la vive puede explicar la sensación agradable.
Otro destino turístico es la subida al Cerro de la Coyota, muy cerca de la cascada y cuenta con escalones hasta la cima, teniendo una magnífica vista de la Presa del Bosque y de Tierra Caliente.