“Ánimo señor presidente, no duele mucho”, gritaron en la conferencia de prensa matutina antes de que se le aplicara la vacuna de refuerzo contra COVID-19 al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
En las instalaciones de la 15 Zona Militar en Zapopan, el primer mandatario se quitó su abrigo para recibir una dosis de AstraZeneca. Iba preparado con una camisa blanca de manga corta.
Una enfermera le preguntó si había tenido fiebre en las últimas horas o tuvo una reacción grave cuando se le aplicó la vacuna. Tras la respuesta negativa, se le aplicó la vacuna en el brazo izquierdo. En el caso del primer mandatario el esquema completo de vacunación lo tenía con AstraZeneca.
Otros integrantes del gabinete que se vacunaron a invitación del presidente fueron los secretarios de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez; de Salud, Jorge Alcocer; de Marina, Rafael Ojeda; de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval; así como Luis Rodríguez Bucio, comandante de la Guardia Nacional.
No se vacunó el canciller Marcelo Ebrard, quien tiene 62 años.
La primera que recibió la dosis adicional fue la señora María Guadalupe Díaz de Valle. Después pasaron cinco adultos mayores. Tras cada vacuna, se les daba un aplauso.
Se intentó realizar enlaces a los estados de Chiapas, Sinaloa, Yucatán y Ciudad de México para atestiguar el inicio de la aplicación de la dosis de refuerzo, sin embargo, se presentaron problemas técnicos en audio y video.
“¿No nos puede hablar por teléfono?”, dijo el presidente ya que no se entendía lo que hablaba Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Después, le pasaron un celular que puso en altavoz para escuchar a la jefa de Gobierno.
Tras recibir la vacuna de refuerzo y cuando había pasado 1 hora y 23 minutos, el presidente dio por concluida la conferencia mañanera sin que se tuviera la sesión de preguntas.
