Jairo Germán Rivas Páramo, José Lino Zamora Hernández y Victorino Jacobo Pérez, tres ex funcionarios implicados en el michoacanazo, recobraron su libertad y señalaron que su absolución demostraba la inocencia que ellos argumentaron desde el primer momento en que fueron señalados de participar en actividades relacionadas con el crimen organizado.
El ex alcalde de Arteaga, Rivas Páramo, dijo: “La sentencia que recibimos ratifica nuestra inocencia, lo que siempre hemos sostenido”, además señaló que estar libre le genera un sentimiento encontrado, porque a pesar de la alegría de reencontrarse con su familia le apena saber que varios de sus compañeros están todavía presos.
No obstante que considera haber sido encarcelado injustamente, señaló que no guarda rencor contra nadie, “cuando uno está adentro encerrado lo único que anhela es la libertad, no piensa en nada más”. Asimismo, Rivas Páramo señaló que entre sus planes a corto plazo está el disfrutar de su familia y consultar la opinión de los habitantes de Arteaga para ver si todavía confían en él para volver a la presidencia municipal.
José Lino Zamora Hernández, ex director de Seguridad Pública de Lázaro Cárdenas, también señaló que planea estar junto con su familia y que el michoacanazo fue una “tragedia jurídica” pero señaló que “se están subsanando esas irregularidades”.
Además dijo que confiaba en que el Poder Judicial de la Federación resolvería “adecuadamente el caso” y sus compañeros saldrían también de su cautiverio.
Zamora Hernández descartó al menos en un futuro cercano reintegrarse al servicio público, dado que desde ocho meses antes de ser requerido por las autoridades federales él ya estaba fuera de funciones y atendía un despacho particular, no obstante, dijo que había la posibilidad de que pidiera reparación de daños a la Federación, pero que eso ya lo meditaría más tarde.
Victorino Jacobo Pérez, ex director de Seguridad Pública de Arteaga, también calificó el hecho como “tragedia jurídica” y reiteró su inocencia, así como la de los demás indiciados del caso. Además comentó que esperaba que a la Federación le quedara una lección para que “ya no sigan acusando a gente inocente y no llenen el penal con ella”.
El ex convicto señaló además que durante su confinación sufrió tortura física y psicológica en el penal de Nayarit, “golpes, te rapaban, te golpeaban el oído y hacían todo lo que estuviera en su mano para tenerte en su control”.
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