En este año pocos fueron los huetamenses que llegaron hasta el Panteón Municipal llamado “El Cuinique”, a velar a sus fieles difuntos esta noche 1 de noviembre, menos gente de la que era habitual durante estas fechas antes de la pandemia provocada por el COVID-19, sin embargo, el fervor y el entusiasmo no decayó entre los presentes.
Durante un recorrido por el principal camposanto del municipio de Huetamo, se pudo observar la presencia de algunas familias que adornaban las tumbas con flores, principalmente de cempasúchil, además de veladoras que le dan mucho colorido a esta noche, tradición que se extiende por todo lo largo y ancho del país, pero más en Michoacán.
Varios de los visitantes quisieron recordar a sus familiares, como la pequeña Grecia Ramos Alonso, quien junto a su mamá adornaron la tumba de su papá Lupillo Ramos Benítez, ya que desde hace 5 años lo recuerdan no solamente en estas fechas, sino cada vez que pueden visitar el panteón, agregó que lo extraña mucho y le da consuelo estar en su tumba el día de hoy.
Por su parte, Alejandra dijo que visitan a su padre porque es el Día de Muertos y hay la creencia de que ellos bajan ese día a visitarnos y nosotros los recibimos, les damos lo que a ellos le gustaba comer o hacer, mi papá fumaba y le prendemos un cigarro dijo Alejandra, quien acudió al camposanto con sus hermanos.
Para este año, la visita a los panteones tanto de Huetamo como de Cútzeo, tuvieron medidas especiales para prevenir el contagio del Coronavirus, implementadas por las autoridades municipales como el uso de cubrebocas permanente dentro de los panteones, mantener la sana distancia y no permanecer mucho tiempo dentro del camposanto.
