Michoacán es un estado que sobresale por su gran variedad y riqueza artesanal, ya que cuenta con más de nueve mil 218 mujeres y hombres artífices, que dedican su vida a crear grandes obras de arte.
La directora general del Instituto del Artesano Michoacano (IAM), María Emilia Reyes Oseguera, detalló que en Michoacán cinco mil 599 mujeres de diversos puntos del estado se dedican a la artesanía, quienes trabajan las 16 ramas artesanales.
Señaló que estas mujeres desde muy pronta edad comienzan por enseñarse a elaborar las diferentes piezas que se trabajan en sus hogares, cuyas técnicas aprenden de sus padres y abuelos y que en la actualidad hay varias mujeres artesanas que son el principal sustento de sus familias.
La artesana María Elvia Silva Bartolo, de la localidad de Zipiajo, en el municipio de Coeneo, desde los ocho años aprendió de su abuelita a amasar el barro y, a partir de los nueve años, inició a elaborar los tradicionales comales, ya que eran menos pesados que las ollas, pero dos años después comenzó hacer ollas para su uso personal, para cocer sus frijoles y cocinar el churipo, platillo típico de su comunidad.
A los 18 años Elvia comenzó a dirigir el grupo de artesanas de Zipiajo, del que hasta hoy en día es digna representante por su entrega y sencillez (como se lo reconoce su gente), para unir a las y los artesanos de su comunidad y conseguir apoyos en su beneficio, ya que a esa edad tuvo que vencer sus miedos y salir de su comunidad para viajar por primera vez a la capital michoacana y tratar de hablar lo mejor posible español, ya que su dialecto de origen es el purépecha.
Así es como esta destacada artesana es reconocida no solo por las y los artesanos de su comunidad, sino también por las autoridades del municipio, porque conocen de su capacidad para trabajar y de hacer el bien para su gente.
De la localidad de Ahuirán, que pertenece al municipio de Paracho, la artesana Cecilia Bautista Caballero ha logrado grandes reconocimientos a nivel estatal, nacional e internacional, por su entrega y dedicación a la artesanía en la rama de textil de algodón, elaborando piezas como son los rebozos en telar de cintura, los cuales llevan su distintivo personal y especial en las puntas, ya que tienen plumas de diferentes aves, lo que hace de esta prenda una artesanía única y llamativa por el colorido que contiene.
Este arte de tejer en el telar de cintura lo aprendió de su mamá a la edad de los ocho años y desde entonces a la fecha no ha dejado de realizar esta actividad que le llena de orgullo, además de enseñar a sus hijas, hijo y a las nuevas generaciones de niñas y niños de su localidad, a tejer los hilos para crear maravillosos rebozos.
Asimismo, se ha dado a la tarea de rescatar técnicas en este arte del rebozo que se habían dejado de trabajar como el rebozo de cuadro y el de 10 listas.
Esta maestra artesana, además de tener el talento para elaborar rebozos también le gusta cocinar y su platillo favorito para preparar son las atápakuas de queso, de carne de puerco, de charales, de pescado y hacer churipo, comida tradicional de varias localidades de Michoacán.