En el marco del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, Michoacán se ha consolidado como uno de los epicentros de la violencia en México. Con un acumulado de 12 mil 953 homicidios dolosos, la entidad ocupa el quinto lugar a nivel nacional, solo por detrás de Guanajuato, Estado de México, Baja California y Chihuahua. A lo largo de los últimos seis años, Michoacán ha sido escenario de enfrentamientos constantes entre grupos delictivos, que han convertido a la región en un terreno marcado por la inseguridad y la violencia.
De enero a agosto de 2024, Michoacán registró mil 100 homicidios dolosos, lo que lo coloca en el séptimo lugar nacional en cuanto a homicidios registrados durante este periodo. Solo en agosto, se documentaron 117 asesinatos, en un contexto de violentos enfrentamientos principalmente en la región de Tierra Caliente. Localidades como Buenavista y Tepalcatepec han sido testigos de cruentos conflictos entre grupos delictivos que se disputan el control del territorio. Estos enfrentamientos no solo afectan a los involucrados, sino también a las comunidades locales, que viven bajo la constante amenaza de la violencia.
Un hecho que resalta en la cronología de violencia es el secuestro de siete policías comunales de La Cantera por presuntos miembros del crimen organizado. Este evento, que tuvo gran resonancia mediática, es una muestra de la complejidad y el nivel de impunidad que persisten en Michoacán, donde las fuerzas de seguridad y los ciudadanos se encuentran frecuentemente a merced de grupos armados.
Comparativa con otros sexenios
A nivel nacional, durante la administración de López Obrador se han registrado 196 mil 581 homicidios dolosos, una cifra que supera los datos de los sexenios anteriores. En comparación, el gobierno de Enrique Peña Nieto contabilizó 130 mil 626 asesinatos, mientras que durante el mandato de Felipe Calderón se registraron 102 mil 812 homicidios, y en la gestión de Vicente Fox se documentaron 53 mil 275.
En Michoacán, la violencia ha mantenido una tendencia alarmante pese a los esfuerzos del gobierno federal por reducir los índices de homicidios. La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) ha destacado que, en lo que va del sexenio, se registró una disminución de 0.4 por ciento en los homicidios dolosos a nivel nacional. Sin embargo, estos descensos no han sido suficientes para revertir la percepción de inseguridad en estados como Michoacán, donde las cifras siguen siendo críticas.
Desafíos futuros
Con el próximo cambio de administración, Michoacán se enfrenta a desafíos importantes para restaurar la paz y seguridad en su territorio. La prevalencia de grupos delictivos y la persistencia de la violencia en regiones clave demandan una estrategia integral y efectiva que atienda tanto las raíces sociales del problema como la necesidad de una respuesta contundente en materia de seguridad.
Mientras tanto, la población michoacana sigue esperando medidas que garanticen una vida libre de violencia, con la esperanza de que el próximo gobierno pueda implementar políticas que rompan con este ciclo de inseguridad y brinden estabilidad a una región que ha sufrido por demasiado tiempo.