A 80 años de la Guerra Civil Española, donde el gobierno mexicano dio refugio a los exiliados y cuyo primer grupo es recordado como los niños de Morelia, Antonio García, Senador de la República, destacó durante la conmemoración de este acontecimiento, la necesidad de contar con una política migratoria humanitaria.
México se destacó entonces como un país humanitario. Ya que al mantenerse de puertas abiertas se ha caracterizado frente al mundo como una nación de origen, destino, tránsito y retorno de migrantes.
Antonio García manifestó que se requiere de una política estratégica que permita atender de manera ordena y legal a los migrantes, sin presiones de otros gobiernos.
Y es que alejamiento forzado de una persona de su patria, considerado inicialmente temporal, alberga siempre la esperanza de un próximo retorno”.
Insistió en que el trato sea humanitario aunque las circunstancias políticas, económicas y sociales sean distintas, ya que con una perspectiva transversal se pueden integrar criterios y consideraciones migratorias en otras políticas públicas nacionales, que contribuyan en atender en igualdad de circunstancias tanto a nacionales como a extranjeros.
Hoy, también estamos a favor de una política humanista, pero que sea bajo una planeación estratégica que permita atender de manera ordena y legal a nuestros hermanos migrantes, que la recepción sea por decisiones soberanas del pueblo de México, y no por presiones políticas”.