En una tarde marcada por el horror, las autoridades de Apatzingán se vieron inmersas en un desgarrador descubrimiento. El martes pasado, aproximadamente a las 18:35 horas, se recibió una alerta sobre la presencia de un cuerpo inerte bajo el puente vehicular de San Antonio La Labor, en la carretera que conecta Apatzingán con Cuatro Caminos.
Al llegar al lugar del macabro hallazgo, oficiales de la Guardia Civil y la Policía Municipal confirmaron el temor inicial: el cuerpo, envuelto en varias sábanas, mostraba claros signos de violencia. Las lesiones, especialmente notables en el rostro, el dorso y las extremidades, sugerían un acto de brutalidad que dejaba entrever el uso de algún tipo de explosivo.
La identidad de la víctima, un hombre de entre 30 y 35 años de edad, con barba de candado, cabello negro y corto, sigue siendo un misterio para las autoridades. Sin embargo, su cuerpo estaba adornado con varios tatuajes en ambos brazos, una característica que podría ser crucial para su eventual identificación.
Agentes y peritos de la Unidad de Servicios Periciales y Escena del Crimen no tardaron en llegar al sitio para iniciar las diligencias correspondientes. Tras un minucioso procesamiento del área, el cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense (Semefo) de la región, donde se espera que se realicen las investigaciones pertinentes que arrojen luz sobre este trágico suceso.
