Lluvia
Juan Miranda Alvarado.
Morder tus caderas: Ciruelas dulcísimas, arañarte toda, como si fueras el bocado de un gato hambriento y entrar en ti, para arroparte en mi deseo y amarte a todas horas, en tanto la lluvia; desnuda a la ciudad.
Lluvia
Juan Miranda Alvarado.
Morder tus caderas: Ciruelas dulcísimas, arañarte toda, como si fueras el bocado de un gato hambriento y entrar en ti, para arroparte en mi deseo y amarte a todas horas, en tanto la lluvia; desnuda a la ciudad.