Luna fúnebre
Juan Miranda Alvarado.
Caminas por la calle a la hora en que la noche convoca a los seres más temerarios, tú lo sabes y sigues caminando; de pronto, sientes que la muerte te rasguña la garganta y nada se puede hacer, que no sea pensar en tu infancia, en la miseria que te alimentó de tierra y lágrimas… te estás muriendo y la luna tan solidaria; te abraza con su luz tierna.