Tacha
Juan Miranda Alvarado.
Se llama Tacha, tiene cerca de sesenta años y es coqueta como una quinceañera, ella aún sueña con casarse “me casaré de blanco y la cola de mi vestido medirá diez metros de largo…” la mujer soñadora siempre anda por el parque del pueblo; sonriéndole a todos los hombres que encuentran sus ojos, con la esperanza de que alguno de ellos, la corteje y la haga su esposa. Se va la vida y Tacha sigue soltera, intacta, casi virgen, siempre triste, desesperada por no tener esposo, ni siquiera novio, pero aún así, sigue soñando con su cola blanca y larga.