Señora nunca mía
Juan Miranda Alvarado.
Me escribes que la soledad te carcome la piel, señora de casi veinte años y yo tu nunca amante, tu siempre amigo; dibujo en la noche, tu silueta de ondina terrestre, con una astillita de luna, y te acaricio el deseo con la humedad de mis lágrimas, porque desde mi trinchera de duraznos y poemas, siempre estarás en mi sueño más triste; señora nunca mía.
[ad#728×90-g-1]
una amor lejano
platónico, avasallado
un amor leal y puro
pero que carcome el alma
que despedaza el ser
¿porqué pues se resigna?
si no quiere ser solo el amigo
si quiere también ser su amante
que le de no solo la luna
ni las estrellas
que le de la felicidad de la miel cubriendo sus labios
del placer de sentir fuego en la piel
que sientan ambos eso y más
porque el elixir del amor,
no solo es producto de la pasión
es fruto de DOS
SALUDOS!!
muy buena columna