Entre automovilistas, comercio formal e informal, Huetamo es una ciudad difícil y peligrosa para los peatones, denunciaron decenas de ciudadanos entrevistados en el centro de esta ciudad, además coincidieron en señalar que como toda ciudad en crecimiento se tiene poca o nula regulación por parte de la Dirección de Reglamentos Municipales y la Delegación de Tránsito, por lo que hace de Huetamo una ciudad poco amigable y respetuosa con el peatón.
Todas las personas se convierten en algún momento en peatones, encontrando en las banquetas y calles, diversas obstrucciones que ponen en riesgo la integridad física especialmente en adultos mayores, personas con capacidades diferentes, además de niñas y niños, por lo que los transeúntes de Huetamo cuentan con un nulo cuidado o empatía por parte de las autoridades, pese a que la mayoría de los habitantes transitan a pie por nuestras calles.
Los principales problemas y obstáculos que más afectan a la ciudadanía, es la obstrucción de banquetas por el comercio formal e informal, que se puede apreciar en gran parte en la calle del centro, siendo un estandarte de esta problemática la calle Iripan desde la esquina de Fray Bartolomé de las Casas hasta la calle Venustiano Carranza que atraviesa casi todo el centro; además de la calle Lázaro Cárdenas desde la Avenida Madero a la esquina de Serapio Rendón; en las cuales no se puede hacer uso de las aceras por la invasión de puestos formales e informales, que hace que todos caminen por medio de la calle o arroyo vehicular, exponiéndose a que automóviles y motocicletas los atropellen.
Aunado a esto, se le suma la pobre cultura y respeto a la Ley de Tránsito por parte de los conductores, que estacionan sus automóviles o motocicletas sobre la banqueta por falta de espacios, propietarios de carros entrevistados indicaron que no encuentran lugar para estacionarse al estar casi todo el centro invadido por el comercio ambulante y los comercios establecidos apartando un espacio con sus mercancías o con tambos y anuncios, tomando como suya la vía pública, marcándola como estacionamiento exclusivo a clientes o de uso particular, en el caso de las motocicletas son estacionadas en banquetas para salvaguardarlas de un golpe o de los rayos de sol.
Cualquier día se puede apreciar vehículos estacionados en las esquinas de cruces peatonales donde está pintado el señalamiento o en las pocas rampas peatonales que existen en Huetamo. A esto muchos lo llaman usos y costumbres, porque siempre ha sido así, pero en algún momento se dejó de cuidar el Estado de Derecho del peatón y pocas veces las autoridades han trabajado por revertir este perjuicio que va en contra de las mayorías.
Desde el punto de vista de la autoridad municipal, al momento de construir calles o rehabilitarlas, también es notable la falta de cuidado hacia el peatón al construir banquetas angostas, colocar escalones a accesos a locales comerciales o casas; o las rampas a supuestas cocheras que no hacen uso por ser local comercial, cuando la norma establece que los dueños deben de modificar sus accesos. Esto se puede ver a la largo de calles recientemente construidas como la Avenida Madero, el tramo de la calle Venustiano Carranza o Melchor Ocampo Oriente, entre otras.
