Morelia, Mich., 2 de Septiembre de 2009.- Los derechos humanos de todo ciudadano deben ser respetados por encima de cualquier interés personal o político, demandó el diputado Antonio García Conejo, a nombre de los integrantes de la banca perredista, al presentar un acuerdo que fue aprobado por los integrantes de la LXXI Legislatura.
En la tribuna el legislador perredista propuso y se aprobó por unanimidad exhortar al ejecutivo federal para que en la glosa de su Tercer Informe de Gobierno, responda puntualmente a las observaciones que en materia de derechos humanos se le han hecho a su gestión.
De igual forma, fue avalado otro exhorto al gobierno federal para que dé respuesta detallada a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, sobre las actividades de las Fuerzas Armadas en materia de seguridad pública, estrictamente de naturaleza constitucional civil, y se estipulen los criterios para su regreso a actividades propias de su investidura.
Asimismo, un exhorto a la legislatura entrante en San Lázaro, para que se discuta lo referente a las jurisdicciones especializadas constitucionales en el ámbito penal y se analice la situación que prevalece en materia de derechos humanos en nuestro país.
En su intervención, García Conejo, expuso México no puede estar al margen del respeto a los derechos humanos ni debe desdeñar la importancia de un nuevo orden jurídico en el que se pueda enfrentar legítimamente al crimen organizado y al mismo tiempo respetar los derechos humanos de cada uno de los mexicanos.
Resaltó “en Michoacán vivimos con especial dramatismo esta situación. No son pocas las historias que se cuentan y documentan de abuso por parte de soldados, violaciones a los derechos humanos y violaciones a los derechos procesales, y que se han cometido en los últimos meses y años”.
Por ello, dejó claro que sería lamentable que siguiéramos un camino inverso al de otras transiciones a la democracia: En lugar de transitar de un Estado autoritario y homogéneo a un Estado democrático y plural, parece que la transición mexicana nos está llevando a un Estado fracturado, de excepcionalidad antidemocrática y de violaciones sistemáticas a los derechos humanos. Y esto es lo que, estoy seguro, nadie aquí desea.
Indicó que no basta con afirmar que vivimos una severa crisis a nivel nacional y mundial y tampoco es suficiente con poner énfasis en la paulatina destrucción de políticas sociales por parte de los últimos gobiernos. “Nuestra crisis es económica, política, cultural, es decir, integral; sin embargo, una de sus expresiones más agudas la podemos encontrar en el ámbito de los derechos humanos”.
Por ello, pidió a los presentes admitir, al menos, que en los últimos meses nuestro país ha estado bajo la lupa a nivel internacional y que existe una genuina preocupación de diversos organismos por el deterioro en materia de derechos humanos que se vive en México.
Demandó al gobierno federal informar bajo qué condiciones mínimas el Ejército debería regresar a los cuarteles. Hasta en momentos de excepcionalidad jurídica, los poderes del Estado deben estipular los términos en que las Fuerzas Armadas deben dejar las calles.
Finalmente, dijo, no se trata de un partido político contra otro, debe quedar claro que el respeto a los derechos humanos de la población está por encima de todo.
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