Durante las lluvias los habitantes de Huetamo cambiaron sus usos y costumbres cotidianos

La lluvia y ráfagas de viento que desde el martes al jueves pasado, se dejaron sentir en esta ciudad y en gran parte del país, trajeron un saldo blanco en el municipio de Huetamo, no así en los municipios de Carácuaro, Nocupétaro, Tiquicheo y Tuzantla.

En esta ciudad de Huetamo, durante las lluvias que día y noche se registraron a partir del martes, y los siguientes dos días, sólo produjeron encharcamientos en diversas colonias y barrios y la consecuente acumulación de tierra y basura en las calles, al mismo tiempo solo en algunas zonas se registraron cortes de energía eléctrica, pero inmediatamente se restableció el servicio.

Los comercios cerrados, las calles semidesiertas y con poco tráfico vehicular y los portales abandonados por los comerciantes de artículos de oro, sin faltar los baches en las rúas citadinas, fue el espectáculo que se vio durante los tres días con sus noches de lluvias persistentes, impidió que los habitantes de esta ciudad salieran de sus casas.
Los comercios cerrados, las calles semidesiertas y con poco tráfico vehicular y los portales abandonados por los comerciantes de artículos de oro, sin faltar los baches en las rúas citadinas, fue el espectáculo que se vio durante los tres días con sus noches de lluvias persistentes, impidió que los habitantes de esta ciudad salieran de sus casas.

Durante estos días de lluvia, casi se llegó a un 40 por ciento del paro en las actividades comerciales principalmente del comercio ambulante y semifijo, conjuntamente con la suspensión de las clases en los centros educativos del nivel básico, que por cierto fueron reprogramadas las inscripciones que debieron iniciar desde el pasado 2 de febrero.

Las calles lucían vacías durante el paso del frente frío 28, y es que fueron solo pocos los minutos cuando el agua dejaba de caer, ocasionando que comerciantes y consumidores, optaran por quedarse en sus casas, principalmente por la tarde, cuando las áreas comerciales lucieron cerradas.Durante un breve sondeo por el centro de la ciudad, ciudadanos argumentaron que los aguaceros traían más beneficios que daños, pues la mayoría de los encuestados coincidió que fue tanta la cantidad de agua, que ayudará para reabastecer los mantos freáticos y estar listos en la próxima temporada de estiaje.

Para muchos habitantes, el año pasado la presencia de lluvias fue escasa, lo que evitó el reabastecimiento de pozos y norias, pero las precipitaciones pasadas, coadyuvará para que la población no sufra por la falta del vital líquido.

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