Delirios de un soñador

Los consejos de un sabio

Por: El Dr. Andrés Corona Sánchez.

Los hombres nos caracterizamos por ser, supuestamente, el sexo fuerte, aunque muchas veces caemos por debilidad, sobre todo cuando llegan los hijos; muchos de nosotros carecemos de humildad, porque no hemos luchado por ser grandes de espíritu, grandes de alma y grandes de corazón, pues si así fuera el mundo sería completamente distinto, y saben por qué, porque un hombre no es aquel que compra todo lo que desea, pues el cariño y el respeto de quienes nos rodean no se compra con regalos jamás.

Un día de tantos un viejo jubilado paseaba por la casa, cuando de pronto escuchó que una de sus hijas lloraba desconsoladamente en un rincón de su habitación, sin pensarlo dos veces se fue acercando muy despacio hasta estar frente a ella dirigiéndole una mirada amorosa y compasiva le preguntó, por qué lloras hija mía; ella convulsionada por el llanto le contestó, es que el hombre a quien amaba dejó de quererme y se fue con otra. Al oír esto, aquel hombre viejo se sintió tocado como por un rayo, sin embargo como pudo, se sobrepuso del dolor que le causaba la confesión de su hija y después de pensarlo un momento le dijo: “Hija mía, no sufras más,  enamórate otra vez, pero ahora que sea de un gran hombre y te juro que jamás volverás a llorar”.

Papá, en estos momentos cómo crees que pueda enamorarme otra vez y si así fuera, ¿cómo voy a saber quién es un gran hombre?; el viejo se quedó serio y tras pensarlo un momento le dijo: Mira hija, los grandes hombres son aquellos que luchan por ser grandes de espíritu, grandes de alma y grandes de corazón, esto que te está sucediendo te enseñará que un gran hombre no es aquel que compra todo lo que desea, porque el cariño y el respeto de quienes los rodean no se compran con dinero ni con regalos.

“No te enamores de un hombre que sólo habla de sí mismo, de sus problemas, sin preocuparse por ti;  enamórate de un hombre que se preocupe por ti, que sepa de tus fortalezas, tus ilusiones, que conozca tus tristezas y te ayude a superarlas. No creas en las palabras de un hombre cuando sus actos digan lo contrario; aleja de tu vida a aquel que no construya contigo un mundo mejor, porque quien te ayude, jamás se irá de tu lado, ¿y sabes por qué?,  porque tú serías su fuente de energía.

Huye hija mía de los hombres enfermos espiritual y emocionalmente, pues son como el cáncer, que con el tiempo va a matar despacito todo lo bueno que hay en ti; no les pongas atención a aquellos que no son capaces de expresar sus sentimientos, y que no se aman sanamente. No te aferres a un hombre que no es capaz de reconocer tu belleza interior y exterior y tus cualidades morales.

No dejes entrar a tu vida a un hombre al que le tengas que adivinar lo que quiere, porque no será capaz de decírtelo abiertamente; no te enamores hija mía de un hombre que al conocerlo, tu vida se convierta en un problema para resolver y no algo para disfrutar. No creas nunca en un hombre que tiene carencias afectivas de la infancia y que trata de llenarlas con infidelidad o culpándote cuando su problema no eres tú, sino él, porque no sabe qué quiere en la vida, ni cuáles son sus prioridades.

¿Por qué tienes que querer a un hombre que ya se fue?, déjalo que se vaya, pues si no fuiste para él lo que quería, ya no le fuiste útil; porque amar a un hombre que te cambió por un cabello bonito o por un cuerpo esbelto y joven, o por unos ojos de color, por qué querer a un hombre que no supo admirar tu belleza y lo hermoso de tu corazón. Aprende hija, un hombre no es aquel que llega más alto, ni el que tiene dinero, una casa lujosa o auto del año, ni tampoco aquel que vive rodeado de mujeres, ni mucho menos aquel que es más guapo.

Un hombre, es y será aquel ser humano transparente, que no se refugia en cortinas de humo; un buen hombre, es aquel que abre su corazón sin rechazar la realidad, y quien admira a una mujer por sus cimientos morales y su grandeza interior. Un hombre, es aquel que camina de frente, sin bajar la mirada, el que no miente, aunque a veces pierde todo por decir la verdad; un hombre, es aquel que sabe llorar su dolor, el que cae y tiene la suficiente fortaleza para levantarse y seguir luchando, es aquel que te roba la sonrisa a cambio de la suya; cuando encuentres a alguien así, entonces sabrás que ese es un hombre de verdad hija mía.

Nota.- Estos relatos los he adaptado después de leer algunas noticias, comentarios y/o correos, espero que sean de su agrado.

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2 comentarios sobre «Delirios de un soñador»

  1. personajes de mi pueblo
    habia una ves en mi pueblo ellos dejaron al pueblo
    dos personas importantes un ejemplo de noblesa
    no hablaban de economia por que muchos locos son
    ni de nuevos precidentes los que hieren con conciencia
    solo inpiraban sus mentes chachito dio bendicion
    en domostrarle ala jente a todos pr la banquetas
    que por ver los humillaban y chica se despidio
    en donde estaban precentes muriendo sin alguien cerca
    era chachito el borracho alos dos dios se llevo
    y tambien chica la loca por ser de su jente buena
    pero en su locura habia dejando una refleccion
    algo que nadie lo nota que a muchos tal ves nos lleva
    que la vida es tan bonita a entender que locos son
    y muchos ni le importa los que no aman ni respetan

    vitor m sanchez si

  2. muy bonito articulo, ojala que lo lea mucha gente, y lo analize pues tiene muchas verdades entre renglones, es muy alentador, gracias a la persona que lo hizo.

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