Hoy convoco a los medios de comunicación, porque quiero compartirles un mensaje que considero muy importante, para el futuro de Michoacán.
Nuestro Estado, Michoacán, como cualquier otro, depende de cómo le vaya al país. La realidad marca, que los escenarios más complicados para la nación, se están cumpliendo y es probable que en los próximos días se agudicen más.
El país atraviesa tres terribles crisis, las peores de nuestra historia: la crisis de salud que está matando a muchas y muchos mexicanos; el gobierno federal hasta hoy, reconoce 114 mil mexicanos y mexicanas muertos por COVID, pero lo cierto es que pocos creen en esas cifras, porque las verdaderas estadísticas pueden ser mucho más de las que el gobierno federal hace públicas.
También estamos ante una realidad aterradora, la peor crisis de violencia e inseguridad en el país.
Las cosas van de mal en peor, dado que vivimos una gran crisis de seguridad, que por la propia crisis en salud dejó de ser la preocupación principal de la población, pero que está más presente que nunca. Hay que decirlo de manera clara y contundente, la estrategia con la que se combate la delincuencia en el país no ha funcionado. Los números de homicidios siguen siendo de terror. De enero a octubre van casi 60 mil muertos por homicidio doloso, todos vinculados a la delincuencia organizada, que es competencia exclusiva del gobierno federal, ya ni las conocidas mesas de coordinación para la construcción de la paz funcionan, todo fue demagogia, construida por el ex Secretario de Seguridad Pública Alfonso Durazo.
Debe quedar muy claro ante la opinión pública que el problema de la inseguridad que vive el país y Michoacán no escapa a ello, es responsabilidad del gobierno federal, así lo dice la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanan.
Por si fuera poco, la población está siendo severamente golpeada por la peor crisis económica que se tenga registrada en la historia de México, y en medio de ello, se les están quitando los recursos a los estados y a los municipios que por derecho les corresponden.
Más de un millón de micro, pequeñas y medianas empresas tuvieron que cerrar en los últimos 2 años. Estos cierres no empezaron por la crisis sanitaria, desde el año 2019 la economía nacional se cayó, la aparición de la epidemia ha sido el tiro de gracia. Este cierre masivo significa que millones de personas perdieron su trabajo y en consecuencia, millones se quedaron sin ingresos. Diversas estimaciones hablan de que este año se sumarán a la pobreza más de 20 millones de mexicanos.
Esta dura, muy dura realidad de México, tendrá fuertes efectos en los años y generaciones por venir. Por eso, hoy más que nunca, la responsabilidad de los dirigentes políticos, de los gobernantes, los representantes populares y servidores públicos es mayor.
Quienes no entiendan el momento que vive el país, y lucren con la esperanza y el futuro de millones de mexicanos, estarán destinados a la condena pública. Las crisis que vivimos son tan grandes, que quienes no estén a la altura de las circunstancias, no escaparán al juicio que haga la historia por su irresponsabilidad en una etapa tan difícil.
Por eso, consciente de que los dirigentes políticos debemos de actuar con altura de miras, es mi deber colocar el interés superior de Michoacán y de México por encima del interés particular o de grupo. Michoacán y México necesitan de líderes políticos con capacidad de entender el momento crítico que vivimos y actuar en consecuencia.
En el caso de Michoacán, a mi juicio, necesita un gobernador o gobernadora del estado, que entienda esta realidad y se coloque más allá de los intereses partidarios, más allá de los partidos políticos.
Por ello, después de revisar y analizar todos los sucesos y acontecimientos de los últimos meses que se expresan de distintas maneras, a través de sondeos, encuestas y estudios de opinión, expresiones de los analistas, estudios de segmentación, en torno a lo que en días recientes se dio a conocer como el Equipo por Michoacán, mi deber, mi responsabilidad y mi convicción es poner a Michoacán por encima de cualquier interés personal, de grupo o de partido.
Yo soy orgullosamente perredista, me siento muy orgulloso de mi militancia.
Por muchos años soy militante del Partido de la Revolución Democrática, en él me he formado y desde ahí defiendo mis convicciones, mi visión de país, mi visión de una sociedad con justicia, desde ahí defiendo el derecho de mis compañeros y de los ciudadanos en general. Defiendo causas e ideales que defiende la verdadera izquierda. Soy un verdadero Cardenista, soy un perredista que creció y sigue los principios de Lázaro Cárdenas del Río, del Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, soy un militante que cree en la democracia, la justicia y la libertad y en los principios que dieron origen a nuestro partido.
Por todo esto y porque Michoacán necesita de madurez política, considero que mi partido debe priorizar el interés del Estado, y no desgastarse en procesos internos: es momento de hacer equipo por Michoacán y yo voy a sumar a ello.
Si de temas personales y temas internos se trata, todas las mediciones me colocan como el perfil mejor posicionado en mi partido, lo que agradezco inmensamente a la militancia y a los ciudadanos en general que ven en mí la mejor alternativa, lo que me hace sentir orgulloso.
Sin embargo, también es muy cierto que nuestro Estado necesita de hombres y mujeres que entiendan que más allá de los partidos o de aspiraciones personales, lo más importante son los millones de michoacanos y michoacanas que en medio de esta epidemia se la están jugando por Michoacán y por sus familias.
México y Michoacán necesitan unidad, necesitan diálogo, acuerdos, voluntad, humildad, valentía.
Michoacán necesita que lo defendamos: vamos a defender a Michoacán.
La crisis no va acabar el próximo año, los efectos los seguiremos viviendo durante muchos meses más si no hacemos equipo por nuestro Estado.
La epidemia ha roto familias, dejado huérfanos, mesas sin alimentos, padres y madres sin sustento, mujeres lastimadas y violentadas, miedos, frustraciones e incertidumbre social, nietos sin abuelos, niñas sin madres, jóvenes sin garantías, derechos humanos anulados, gobiernos que han demostrado su peor cara y su incapacidad frente a la crisis.
Por todo esto, convoco al Equipo por Michoacán para que juntos, elijamos el perfil que mejor convenga para gobernar a nuestro querido Michoacán. También, convoco a los demás aspirantes, para que todas y todos, estemos a la altura de lo que la circunstancias nos demandan.
Soy un idealista que ama a Michoacán y estoy convencido de que vamos a superar estas dificultades, por ello pongo por delante de mi aspiración personal a mi gente, a mi pueblo, a Michoacán y me sumo a hacer equipo por Michoacán.
Por lo tanto, he decidido no registrarme en el proceso interno emitido por mi partido, porque estoy convencido que no se trata de una contienda interna de un partido político, lo que hoy está en juego es el futuro de Michoacán. Por ello, considero que el Equipo por Michoacán es la instancia que habrá de tomar la mejor decisión y definir quién debe ser la mejor alternativa para representar a la sociedad michoacana.
Sumaré mi experiencia como demócrata y hombre de izquierda, por una candidatura común que beneficie a Michoacán.
El único partido con el que nos la vamos a jugar todos, se llama Michoacán.
A todas y todos los que me acompañan, de verdad se los agradezco y los invito a sumarse a esta idea. Michoacán es nuestra casa y para cuidarla necesitamos unir fuerzas, y hacer equipo por Michoacán.
