Luego de que el Río de Carácuaro se secara completamente durante 2024 por la extracción ilegal de agua destinada al riego de cultivos de aguacate y por la fuerte sequía que azotó a la región, la Comisión de Pesca del Estado de Michoacán (Compesca) anunció una acción de restauración ecológica y económica: la resiembra de al menos 500 mil crías de tilapia y bagre.

En entrevista colectiva, el titular de la Compesca, Ramón Hernández Orozco, informó que esta medida busca restablecer la fauna acuática del afluente y reactivar la economía de los pescadores locales, severamente afectados por la desaparición de peces. “Este año estamos volviendo a resembrar el río, por lo menos con especies como tilapia y bagre. Tenemos pensado medio millón entre las dos”, declaró.
Uno de los animales más afectados fue el bagre del Balsas, una especie endémica que desapareció completamente del río. “Ese cuerpo de agua nunca lo habíamos visto seco hasta esta vez”, lamentó Hernández Orozco, destacando la gravedad del daño ambiental.
Crisis por el agua y conflicto regional
El colapso del ecosistema hídrico comenzó a documentarse en 2024, cuando el entonces presidente municipal de Carácuaro, Reynaldo Gómez Villalobos, denunció ante la Comisión Nacional del Agua (Conagua) la emergencia hídrica, no solo en su municipio sino también en Nocupétaro. La causa: aguacateros del vecino municipio de Madero comenzaron a extraer ilegalmente agua del río para sus huertas.
Esta actividad provocó tensiones entre las demarcaciones, derivando en un conflicto social y ambiental sin precedentes. Según el secretario estatal de Medio Ambiente, Alejandro Méndez López, en el Río de Carácuaro se detectaron cerca de 800 ollas de agua —pozos de almacenamiento— utilizadas para alimentar cultivos de aguacate, en lo que calificó como un caso de “huachicoleo de agua”.
La crisis también fue intensificada por los efectos del cambio climático. De acuerdo con Carlos Alberto García Salgado, delegado estatal de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), el 24 por ciento de los 653 mantos acuíferos del país están sobreexplotados.
Operativos y resistencia comunitaria
Desde 2023, autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y de la Conagua mantienen operativos en la zona para detectar y desmantelar tomas clandestinas. La propia población de Nocupétaro y Carácuaro se ha organizado para desactivar estos sistemas ilegales, en un intento por preservar lo que queda del recurso hídrico.
Las comunidades esperan que, con la resiembra de especies acuáticas y la vigilancia de los cuerpos de agua, se pueda comenzar a revertir el daño ecológico y social causado por la explotación irracional del agua en la región.