Cerro del Mono en Mal Paso

Por el Ing. Florencio Soto Pineda

Mal paso se encuentra en el antiguo camino de herradura de Huetamo y San lucas a Ciudad Altamirano se entra por San Pedro, se desvía a la Izquierda por camino de terracería, pasando por La Fragua (lugar donde se reparan y cambian las herraduras de los burros y caballos) y se llega a Mal Paso, siendo este el único paso para transitar, ya que por ambos lados tiene una cordillera volcánica muy grande e inaccesible de cruzar.

Yo de niño escuchaba que en ese lugar era propicio para que los ladrones hicieran su asalto, ya que no había otro paso.

Finalizada la Revolución Mexicana, quedaron muchos grupos armados que siguieron delinquiendo, asaltando haciendas y transeúntes en los caminos, además de dedicarse a matar por paga, así salieron grupos armados como la banda de los 100 en las cercanías de Zitácuaro, “El Alacrán” en las cercanías de Zirándaro y en los alrededores de Huetamo estaba Pedro Maya, “El Zopilote”, Chon “El Greñudo”, “El Morroita”, Juan “Pernas”, “El Buitre” de Baztán (del que posteriormente narraré su historia) y muchos más asaltantes.

En Mal Paso asaltaba Pedro Maya y “El Zopilote”. Cuando los gendarmes capturaban a un ladrón lo colgaban en el lugar donde hacían sus fechorías y debía de permanecer cierto tiempo colgado.

Pedro Maya, asaltó en una noche una tienda muy popular en frente del jardín principal de Huetamo en la parte Oeste propiedad de Don Martín Cuevas. Días después en Huetamo es reconocido por una persona en el centro de esta población, ya anteriormente lo asaltó y le reconoció por el morral y el nudo dando aviso a la partida militar que se encontraba en el mesón (que en un tiempo perteneció al Sr Juan Murillo) que hoy es un hotel en la calle Allende y los gendarmes al mando del Sargento Epigmenio, lo aprenden, Pedro Maya mostro mucha sangre fría negando los cargos, poniendo a dudar a los captores, pero es reconocido por un anillo por las iniciales de PM, por lo cual es capturado y llevado a Mal Paso donde cometía sus fechorías.

En el camino se mostró muy tranquilo, silbando, platicando con los gendarmes y cantando en el trayecto, cosa que desconcertó a los guardias que los hacia dudar y este ganaba su confianza.

Ya para llegar a Mal Paso, pidió a sus captores que le dieran un cigarro y que le soltaran las manos para que lo disfrutara y como ya confiaban en él, así lo hicieron, pero al estar libre se arroja a una barranca para escapar, con tan mala fortuna que en la caída se rompe un pie y es nuevamente capturado y es colgado en una ceiba que se encuentra exactamente en la curva donde delinquían y después de varios días que tenía que pasar colgado, los familiares lo bajan y lo entierran debajo de la carretera en el mismo lugar (ya que por ley de esa época así debería de ser y no en panteón oficial), estando como evidencia su tumba y el árbol de la ahorca que se resiste a morir, la fecha de este hecho fue en 1934.

Cuando estaba elaborando el libro “El Zopilote” mi amigo Viliulfo Gaspar Avellaneda (DEP), gran escritor de San Lucas lo invite a ver la tumba de este asaltante pensando yo que era la tumba de “El Zopilote”, pero fue la de Pedro Maya, ya que al “El Zopilote” lo colgaron en Tiringueo.

Los compinches de Pedro Maya, tenían como apodo “El Gavilán” y “El Tiquilique”.

El dinero que robó Pedro Maya al parecer le quedó a una persona que era trabajador de él y que vivía en Ceiba Seca (por respeto no doy a conocer el nombre).

Mal Paso, tiene a borde de carretera una cueva grande accesible y tiene como atractivo el cerro del Mono, que cuentan los lugareños que tiene una cueva muy larga, pero yo solo vi cuevas no muy profundas al menos que haya que arrastrarse para seguir.

La panorámica para las fotos es estupenda y un buen día de campo y exploración, lo recomiendo.

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