Por: Pedro Rosales Vázquez
Huetamo, Mich., marzo 06 de 2024. El 24 de febrero en nuestro país se conmemora el día de la Bandera Nacional; uno de los símbolos que nos identifica como mexicanos. Huetamo no fue la excepción y, de manera simbólica se abanderaron o sustituyeron las banderas de las instituciones educativas para fomentar en los estudiantes en particular y a los mexicanos en general el amor por México.
De manera coincidente ese día, se realizó en esta ciudad de Huetamo uno de los eventos que, mezcla de simbolismo, intelectualidad, organización y fraternidad, el primer aniversario logial de Ikimengari 85. Este evento aparte de ser poseedor de un halo misterioso fue de gran relevancia por la particular unicidad en su tipo, es un atrevimiento quizá, decir que este evento marco la diferencia de la tradicionalidad convirtiéndose en único y de gran trascendencia en la región.
En punto de las nueve de la mañana, al igual que la conmemoración patria, y ante la presencia de invitados especiales, visitantes de diferentes lugares del estado de Michoacán y los anfitriones, dio inicio el evento conmemorativo. A su paso por la tribuna, cada mensaje dejaba de manifiesto que el fin que toda persona debe perseguir es trascender no en la consecución de poder o riqueza, sino en la transformación gradual y permanente de una mejor persona.
Cada palabra que se escuchó, se patentizo cada vez mas contundente que la bondad y la filantropía existe por todos lados, que las personas se pueden reencontrar consigo mismos, que se deben enfrentar los retos para que sean superados, que las entrañas de la tierra que nos vio nacer tiene mucho por ser descubierto y salir a la luz y que el hombre, dada su naturaleza puede y debe ser perfectible.
En resumen, el desarrollo de este programa de aniversario, cada participante señaló cosas que no estábamos acostumbrados a escuchar y que, a pesar de que nos rodean, no hemos volteado para verlos y, conocerlos más a fondo.
