Dalia Villegas Moreno / Siglo Veinte
El presidente municipal de Carácuaro, Hever Tentory García, ha puesto en marcha gestiones para la construcción de una presa que permita enfrentar la crisis hídrica que afecta a la región, como consecuencia del saqueo del agua para la producción agrícola.
En 2024, la escasez de agua alcanzó niveles críticos, lo que llevó a los pobladores a bloquear vías en protesta por el desvío del recurso hacia cultivos de aguacate y berries en Villa Madero.
Carácuaro, uno de los municipios más pobres de Michoacán, cuenta con un presupuesto anual de 97 millones 300 mil pesos para 2025, al que se suman fondos federales. Sin embargo, esta cantidad resulta insuficiente para atender la crisis del agua, que se agrava cada año entre febrero y junio debido al agotamiento del río que abastece a la población.
Para mitigar la escasez del recurso, la administración municipal impulsa la construcción de una presa que beneficiaría no solo a Carácuaro, sino también a Nocupétaro, Villamadero y algunas comunidades de Huetamo.
Se estima que la obra requerirá una inversión superior a los 300 millones de pesos, por lo que se espera la participación del gobierno estatal y federal.
“Sabemos que a lo mejor no nos alcanzan estos tres años, pero al menos que quede ya una parte, poner al menos la piedrita angular ahí ya de la presa, para que quienes lleguen después continúen con el proyecto”, señaló el alcalde, al reconocer que el problema no se resolverá de inmediato, pero que se debe avanzar en el anteproyecto y en la autorización de la obra.
La reducción del caudal del río ha sido evidente, y aunque se han identificado factores como la deforestación y la captación incontrolada de agua en Villamadero, hasta el momento no se han concretado medidas legales para detener el desvío del recurso.
«La situación se está nuevamente poniendo tensa, hemos visto que se ha ido bajando muy rápido la corriente del río, entonces estamos preocupados, pero no nada más preocupados, estamos ocupados”, afirmó Tentory García.
El ayuntamiento ha solicitado la intervención de la Comisión Estatal de Aguas y Gestión de Cuencas (CEAC), que ya envió geólogos para evaluar la viabilidad del proyecto. Sin embargo, aún no hay un compromiso claro de inversión por parte de los gobiernos estatal y federal.
Pese a que el municipio dispone de un presupuesto superior a los 97 millones de pesos, la mayor parte de estos recursos se destinan a cubrir necesidades básicas, lo que impide una inversión significativa en infraestructura hídrica. Por ello, se espera que el financiamiento de la presa provenga en su mayoría de fondos estatales y federales.
Además de la crisis hídrica, el municipio ha trabajado en la infraestructura de saneamiento del río. Tentory García informó que el 98 por ciento del tramo del río que corresponde a Carácuaro cuenta con drenaje intubado y está libre de contaminación por desechos fecales y de otro tipo.
Se comprometió a que, al término de su administración, este saneamiento alcance el 100 por ciento, para garantizar un río más limpio en su territorio.
Sin embargo, advirtió que no puede asumir la responsabilidad sobre el uso y tratamiento del agua en los municipios colindantes, como Villa Madero, Nocupétaro y Huetamo, donde persisten problemas de contaminación.
El desabasto de agua ha afectado tanto a la población como a sectores productivos, generando un riesgo latente de nuevos conflictos sociales. Aunque en el pasado se han anunciado medidas para atender el problema, estas no han sido suficientes.
Ante este escenario, la administración de Hever Tentory García busca que al menos el anteproyecto quede definido en el mediano plazo, con la expectativa de que en los próximos años se concrete la obra y se eviten nuevas crisis en la región.
