Con un total de 112 homicidios dolosos, Michoacán se posicionó como el sexto estado con más asesinatos en México durante septiembre, de acuerdo con cifras oficiales del gobierno federal. El Estado de México, con apenas un caso más, ocupó el quinto sitio, mientras que Baja California encabezó la lista nacional.

Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), durante el noveno mes del año el país registró un promedio diario de 59.5 víctimas, lo que representa una disminución del 32% respecto al mismo periodo de 2024. En conjunto, siete entidades concentraron el 51% del total de homicidios del país: Baja California, Chihuahua, Guanajuato, Sinaloa, Estado de México, Michoacán y Veracruz.
En el desglose nacional, Baja California reportó 160 homicidios, Chihuahua 156, Guanajuato 150, Sinaloa 120, Estado de México 113 y Michoacán 112.
En Michoacán, la violencia homicida se concentró principalmente en tres municipios: Zamora, Uruapan y Morelia, que en conjunto sumaron 59 asesinatos, más de la mitad del total estatal.
De acuerdo con registros hemerográficos y cifras de la Fiscalía General del Estado, Zamora encabezó la lista con 22 homicidios, seguido por Uruapan con 18 y Morelia con 14. Otros municipios con cifras significativas fueron Apatzingán (13), Jacona (7), Tarímbaro (5), Indaparapeo, Coahuayana y Jiménez (3 cada uno).
Asimismo, los municipios de Ario y Ziracuaretiro registraron dos asesinatos cada uno, mientras que con un homicidio se ubicaron Álvaro Obregón, Los Reyes, Tangamandapio, Tlalpujahua, Contepec, Vista Hermosa, Tacámbaro, Charapan, Queréndaro, Tingambato, Tiquicheo, Charo, Cuitzeo, Lázaro Cárdenas y La Piedad.
Septiembre también fue el mes más violento del año para las mujeres en Michoacán, con 22 víctimas de homicidio doloso, distribuidas en al menos siete municipios. La cifra equivale a un promedio de cinco mujeres asesinadas por semana.
Entre las víctimas mortales se contabilizaron también dos policías municipales y un agente federal, cuyas muertes ocurrieron en ataques atribuidos al crimen organizado. En algunos casos, los grupos delincuenciales dejaron mensajes, cuerpos desmembrados o decapitados, como parte de su disputa por el control territorial en diversas zonas del estado.
Con estos registros, Michoacán mantiene una tendencia preocupante de violencia persistente, pese a los esfuerzos federales y estatales para contener los homicidios en la región.