Las terminales de autobuses en la capital michoacana se han convertido en puntos estratégicos de prevención ante el aumento de casos relacionados con desapariciones, secuestros virtuales e intentos de rapto de jóvenes que intentan viajar solos. Tan solo en julio, se registraron siete incidentes de este tipo, lo que motivó la implementación de protocolos más estrictos en la Terminal de Autobuses de Morelia (TAM).

“Acabamos de firmar un convenio y activamos un protocolo especial con la TAM, porque es una zona de salud y también una zona donde se han cometido ilícitos para llevarse a los jóvenes”, declaró José Alfredo Tapia Navarrete, titular de la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Michoacán.
Las medidas buscan evitar que personas vulnerables, especialmente menores de edad, sean víctimas de engaños que deriven en situaciones de riesgo. En ese sentido, se ha reforzado la vigilancia y el control de salida de autobuses con un protocolo especializado para menores.
“Tenemos cuatro filtros de seguridad; ningún menor de 15 años puede viajar solo. Debe ir acompañado de un tutor, como su padre o madre, y se revisa la documentación correspondiente”, explicó Leonel Mosqueda, jefe de Seguridad de la Terminal de Autobuses de Morelia.
Asimismo, Tapia Navarrete subrayó que es fundamental comprobar la relación entre el menor y la persona que lo acompaña: “Para prevenir que un menor sea trasladado, se tiene que corroborar que exista identidad y parentesco con el adulto”.
Los filtros de seguridad incluyen señales clave para detectar posibles riesgos. “Ya hemos detectado menores que nos hacen señas. En esos casos, se aplica el protocolo, se resguarda al menor y se canaliza a las autoridades competentes”, añadió Mosqueda.
El comisionado también alertó sobre el uso de internet como medio de captación de víctimas: “El internet ha sido una forma, desgraciadamente, efectiva para enganchar a jóvenes con ofertas de trabajo o relaciones ficticias, y después desaparecen”.
Las autoridades reiteraron el llamado a madres, padres y tutores para supervisar a niñas, niños y adolescentes, especialmente ante la facilidad con la que pueden ser manipulados por redes delictivas a través de medios digitales.