Los nacimientos en México cayeron 8.5% anual en 2024 hasta los 1,672,227, con lo que se hilaron tres años de descenso y la natalidad permaneció por debajo de los niveles prepandemia, informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Así mismo, la tasa de natalidad decreció 4.5 puntos a 47.7 nacimientos por cada mil mujeres en edad fértil, añadió el instituto autónomo en su reporte. Las cifras de 2024 fueron menores a los 1,820,888 nacimientos y a la tasa de natalidad de 52.2 puntos registrada en 2023.
Además, estas cifras también resultaron inferiores a las más de 2.09 millones de nacimientos y a la tasa de 60.3 puntos de 2019, el año anterior a la pandemia de covid-19, cuando los alumbramientos se desplomaron 22.1% a casi 1.63 millones y el índice de natalidad llegó a 47.9 puntos.
Los nacimientos repuntaron un 17.4% en 2021. Sin embargo, la tendencia negativa se incrementó desde el 2022. Los datos reflejaron una caída de la natalidad en México, considerado el décimo país más poblado del mundo con más de 127 millones de habitantes, según el Banco Mundial.
El Inegi señaló que los estados con las mayores tasas de natalidad por cada mil mujeres en edad fértil fueron Chiapas (86.7), Durango (58.9) y Nayarit (58.6). En contraparte, las tasas más bajas estuvieron en Ciudad de México (32.8), Yucatán (38.1) e Hidalgo (38.3). Casi la mitad de los alumbramientos, 46.47%, correspondió a madres de entre 20 y 29 años.
El reporte destacó que 10.1% de los nacimientos correspondió a madres de entre 10 y 17 años, porcentaje que mostró un incremento significativo respecto a 2023, cuando fue de 5.6%. La mayoría de los partos sucedió en un hospital o clínica (87%), aunque en domicilios particulares se registró 4%. Sobre el sexo, 50.6% de los nacimientos fue de hombres y 49.4% de mujeres, lo que dejó el índice de masculinidad en 102.9.
De las madres, 58.3% declaró no trabajar al momento del registro, 31.1% sí lo hacía y 10.6% no especificó su condición laboral. A diferencia de las mujeres, el porcentaje de hombres que declaró trabajar al momento del registro alcanzó el 79.5%”, precisó el Inegi.
Advierten que una combinación con mayores expectativas de vida y menores tasas de natalidad pueden alterar los escenarios macroeconómicos, pues se incrementa la dependencia. Esto implica una mayor presión para los sistemas de salud, pensiones públicas y el crecimiento económico a largo plazo.