México en la antesala del papado: dos cardenales con posibilidades reales de suceder al Papa Francisco

Después del fallecimiento del Papa Francisco, el Colegio Cardenalicio se reuniría en un cónclave para elegir a su sucesor. Actualmente, está compuesto por 252 cardenales, de los cuales 138 son electores y tienen derecho a participar en la elección del nuevo pontífice, ya que tienen menos de 80 años.

De acuerdo con la revista Desde la Fe, en la lista aparecen dos cardenales mexicanos que tienen la posibilidad de ser elegidos como el nuevo Vicario de Cristo. Se trata de Carlos Aguiar Retes y Francisco Robles Ortega.

  • Carlos Aguiar Retes nació el 9 de enero de 1950 en Tepic, Nayarit. Fue ordenado sacerdote en 1973 y ha ocupado diversos cargos dentro de la Iglesia Católica en México. En 1997 fue nombrado obispo de Texcoco. Tres años después, fue designado secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano. Posteriormente, ocupó la presidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano entre 2006 y 2009. El Papa Benedicto XVI nombró a Carlos Aguiar Retes como III Arzobispo de Tlalnepantla en febrero de 2009. Siete años después, el Papa Francisco lo nombró cardenal y en 2017 fue designado Arzobispo Primado de México.
  • Francisco Robles Ortega nació el 2 de marzo de 1949 en el municipio de Mascota, Jalisco. Fue ordenado sacerdote en 1976 y, dos décadas después, fue nombrado Obispo de Toluca y, posteriormente, en 2003, fue designado Arzobispo de Monterrey. En noviembre de 2007, el Papa Benedicto XVI lo nombró cardenal y, desde 2012, es el Arzobispo de Guadalajara. Ese mismo año ocupó la presidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano. Su liderazgo y experiencia lo han posicionado como una figura relevante dentro de la iglesia en América Latina.

Entre los cardenales mexicanos que ya no pueden ser elegidos como papas se encuentran: Felipe Arizmendi Esquivel, Juan Sandoval Íñiguez y Norberto Rivera Carrera.

¿Cómo es el proceso para elegir al Papa en el Vaticano?

El proceso para elegir al Papa en el Vaticano se lleva a cabo a través de un cónclave con los cardenales electores reunidos en la Capilla Sixtina, tras el fallecimiento o renuncia del Papa. Los párrocos menores de 80 años se congregan y realizan votaciones secretas hasta que un candidato obtiene al menos dos tercios de los votos.

Las papeletas son quemadas después de cada ronda, y el humo blanco que sale de la chimenea indica la elección de un nuevo pontífice. Una vez elegido, el nuevo Papa acepta el cargo, elige un nombre papal y es presentado oficialmente al mundo desde el balcón de la Basílica de San Pedro con el anuncio “Habemus Papam”.

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