La jueza federal Yaksi Kinari Alquicira Vázquez ordenó la liberación de 38 hombres identificados como fieles de la Iglesia La Luz del Mundo, quienes fueron detenidos el pasado martes en un invernadero habilitado como campo de adiestramiento paramilitar.

La funcionaria determinó que la detención fue ilegal debido al retraso en poner a los indiciados a disposición de la autoridad judicial, por lo que quedaron sin efecto los cargos de asociación delictuosa y portación de armas.
El operativo se realizó cuando agentes de la Guardia Civil sorprendieron a los hombres realizando prácticas tácticas con armas de fuego, 19 réplicas de rifles y pistolas, equipo balístico y una caja de simulación de explosivo casero. Entre los detenidos se encontraba un ciudadano estadounidense, mientras que el resto eran originarios de Michoacán, Jalisco, Nayarit, Guerrero y Estado de México.
En su declaración ante el Ministerio Público Federal, los individuos aseguraron haber sido reclutados para conformar una “guardia secreta” encargada de proteger templos y líderes de la congregación. No obstante, la Fiscalía General de la República mantiene abierta una investigación para determinar si este grupo guarda vínculos con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), organización que ha sido señalada por operar entrenamientos de naturaleza similar en la región.
La resolución judicial ha generado polémica debido a que, pese al material asegurado en el operativo, los acusados quedaron en libertad. El hecho también reaviva cuestionamientos sobre la creciente presencia de miembros de La Luz del Mundo en espacios del Poder Judicial, luego de que al menos dos seguidoras de la congregación alcanzaran recientemente cargos como juezas en México.
Este caso se desarrolla en paralelo a los procesos que enfrenta en Estados Unidos Naasón Joaquín García, líder internacional de La Luz del Mundo, actualmente condenado a 17 años de prisión por abuso sexual de menores en California y sujeto a nuevas acusaciones por tráfico sexual y crimen organizado en Nueva York.