La extracción ilegal de agua del río Carácuaro ha provocado serias afectaciones a los municipios de Nocupétaro y Carácuaro, donde la población comienza a enfrentar problemas de abasto ante la disminución drástica de los niveles del afluente.

La Secretaría del Medio Ambiente de Michoacán, en conjunto con la Fiscalía del Estado, informó que fueron detectadas 800 ollas de agua en las inmediaciones del río, utilizadas por productores agrícolas para mantener sus cultivos, principalmente de aguacate, sin los permisos correspondientes.
Alejandro Méndez, secretario del Medio Ambiente, indicó que este tipo de prácticas no solo representan un delito ambiental, sino que han generado una competencia desleal por el agua, dejando a comunidades enteras sin acceso suficiente al líquido vital.
Con el uso de tecnología satelital del sistema Guardián Forestal, las autoridades han identificado y comenzado el desmantelamiento de estas estructuras. Además, se ha dado parte a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para que actúe conforme a la ley.
La situación, advierten especialistas, podría derivar en un conflicto social mayor si no se restablece el flujo natural del río y se garantiza el derecho de los pobladores al acceso equitativo del agua.