Este 7 de diciembre se cumple un aniversario luctuoso más de la muerte de Fanny Cano, actriz de cine y televisión nacida en Huetamo de Núñez, y cuyo talento la llevó a consolidarse como una de las figuras femeninas más destacadas de la pantalla mexicana durante las décadas de 1960 y 1970.
Francisca Romana Cano Damián, su nombre de nacimiento, vio la luz en Huetamo el 28 de febrero de 1944, antes de trasladarse con su familia a la Ciudad de México, donde cursó estudios en la Facultad de Psicología de la UNAM. Su interés por las artes escénicas la condujo a formarse en el taller de actuación de Seki Sano, dando inicio a una trayectoria que pronto la posicionó en los principales escenarios del entretenimiento nacional.
Su debut en teatro se dio en 1961 con la obra Baby Doll, mientras que su primera aparición en cine llegó en 1962 con la película El cielo y la tierra. El reconocimiento nacional no tardó, y en 1963 protagonizó Entrega inmediata al lado de Mario Moreno “Cantinflas”, marcando el inicio de una carrera con más de 30 filmes, destacadas telenovelas y una presencia constante en la vida cultural del país.
Fanny Cano fue considerada una de las primeras “mujeres fatales” del cine mexicano, admirada por su carisma, presencia escénica y versatilidad interpretativa. Produjo además algunas de sus propias películas, en una época en la que pocas mujeres ocupaban roles de liderazgo dentro de la industria cinematográfica.
La artista perdió la vida el 7 de diciembre de 1983, víctima de un accidente aéreo en el aeropuerto de Madrid-Barajas. El choque entre dos aeronaves provocó un incendio que terminó con la vida de 93 pasajeros, entre ellos la actriz michoacana, quien contaba con 39 años.
Desde entonces, su legado permanece vigente entre el público y, de manera muy especial, en su tierra natal. Para Huetamo, Fanny Cano continúa siendo símbolo de orgullo: una mujer que llevó el nombre de este municipio a la escena internacional y que, pese a su partida temprana, dejó una huella imborrable en la historia del cine nacional.
En esta fecha conmemorativa, se recuerda su talento, su mirada pionera y la promesa de una carrera que, aunque interrumpida de manera trágica, permanece viva en la memoria de la cultura mexicana.
