María Lamberta Rodríguez, acudió al hospital “Vasco de Quiroga” del Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) al sentir que la bebé que llevaba en el vientre no se movía; tras horas de permanecer en el nosocomio, perdió la vida. Su esposo, Jesús Orlando Atrián Díaz, denunció al ISSSTE ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CNDH), por la muerte de María, de 35 años de edad.
Debido a las molestias que presentaba María, el 15 de abril Orlando la llevó a revisión, de entonces al 30 de abril, cuando falleció su esposa, fueron por lo menos 8 visitas a la unidad. “Nos daban largas, decían que los síntomas que presentaba eran normales, que tenía que esperar, que no nos preocupáramos”. La fecha probable del parto era el 27 de abril, quien la revisó ese día, les dijo que aún podría demorarse hasta dos semanas más.
“El 30 de abril, en urgencias, firmé para que se le hiciera lo necesario, dijeron que por la bebé ya no había nada qué hacer”, los médicos recomendaron un parto natural para extraerlo.
Desde las 11 de la mañana que había llegado, Orlando no pudo ver a su esposa, “hasta las 4 me dejaron pasar, ella tenía los dolores muy fuertes, pero sólo la vi de lejos como a 12 metros; a las seis de la tarde me dijeron que ya le habían sacado al bebé”.
“Creo que la mataron cuando le sacaron al bebé, porque estaban muy nerviosos, la doctora no podía escribir el certificado de defunción y cuando les dije que quería verla dijeron que no, que estaba dormida”.
Alrededor de las 8 de la noche, le indicaron que sería necesario extraerle la matriz, ya que tenía mucho sangrado. Una hora más tarde, avisaron que María había fallecido y que no le habían extraído la matriz, porque no habían alcanzado a ingresarla al quirófano.
Sin embargo, Orlando Atrián pidió la intervención del Ministerio Público, para que se determinada la causa de la muerte; la necropsia reveló que sí habían extraído la matriz y que la causa del deceso fue un choque hipovolémico por sangrado profuso, en el que la pérdida severa de sangre hace que el corazón sea incapaz de bombear el líquido al cuerpo.
En una consulta en el sector privado se le había informado a la pareja que María presentaba alta presión arterial y debía permanecer bajo vigilancia médica, en el hospital del ISSSTE esto no fue considerado; sin embargo, requería ser atendida en el instituto para cumplir los requisitos de su incapacidad, ya que María era maestra de educación preescolar.
Antonio Tortajada, director de Orientación Legal, Quejas y Seguimiento de la CEDH, recibió la queja, “debido a que no tenemos competencia para intervenir directamente, la queja se turnará a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), por tratarse de una instancia federal; además se dará vista a las Comisiones Nacional y Estatal de Arbitraje Médico”.
El delegado regional del ISSSTE, Francisco Carrillo, aseveró que el instituto acatará lo que determinen los organismos competentes tras el estudio que se realice. Indicó que el expediente ya fue turnado a estos organismos y que falta esperar las conclusiones a las que lleguen para poder tener el dictamen que permitirá fincar o deslindar responsabilidades.
Armando Luna Escalante, secretario de Salud en la entidad, expuso que el Comité Estatal de Análisis de la Mortalidad Materna se integra por las instituciones de todo el sector, “lo que se determina, el comité es si se trata de una muerte materna directa o indirecta, es decir, si la causa se relaciona con el embarazo o con otra enfermedad o accidente”.
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