Se enfrentan a balazos sicarios contra policías

Cerca de 300 elementos de la Policía Federal catearon una supuesta casa de seguridad en el barrio de Timángaro, Gro., en la que encontraron armas largas, granadas y parque, mientras que dos personas jóvenes lograron darse a la fuga al salir corriendo de la propiedad.

Policías federales rodearon la casa donde se encontraba el narcolaboratorio, dándose a la fuga los dos sicarios que cuidaban la finca y que fueron perseguidos por los policías.
Policías federales rodearon la casa donde se encontraba el narcolaboratorio, dándose a la fuga los dos sicarios que cuidaban la finca y que fueron perseguidos por los policías.

Al percatarse los federales de tal acción, emprendieron una persecución que se complicó al momento en que los escapistas lograron apoderarse de un coche marca Tsuru color rojo, a bordo del cual avanzaron rumbo al centro de la ciudad, pero al ver de cerca a las unidades federales arrojaron dos granadas sobre la marcha que hicieron explosión.

Tras lograr ingresar a la concurrida Avenida Lázaro Cárdenas, de Ciudad Altamirano, los jóvenes continuaron la huida rumbo a suelo michoacano y para ello cruzaron el puente del río Cutzamala, mientras tanto los federales les pisaban los talones pero sin cruzar disparos con el fin de causar bajas entre la población, pero en territorio michoacano varios impactos alcanzaron al Tsuru rojo que volcó a la altura de San Jerónimo.

Los delincuentes en su huida despojaron de su auto a una persona para continuar rumbo al Estado de Michoacán, habiendo volcado la unidad motriz debido al exceso de velocidad, muriendo en el accidente uno de ellos.

De esa forma terminó el sangriento lunes del 22 de marzo sobre la frontera caliente del sureste michoacano, y donde se dejó sentir toda la fuerza de la Policía Federal apoyado hasta por un helicóptero, que desde hace varios días realiza intensos recorridos de manera alterna entre Guerrero y Michoacán.

Al final de la refriega, los dos jóvenes que viajaban al interior del carro volcado murieron. De ellos, fue identificado con el nombre de Rigoberto Maravata López, de 23 años de edad y vecino de Arcelia, Guerrero, quien junto con su compañero que quedó en calidad de desconocido, fueron llevados al SEMEFO de Huetamo donde se les practicó la autopsia de ley correspondiente.

[ad#728×90-g-1]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Contenido Protegido
Salir de la versión móvil