Los diputados locales saben que el problema “está gordo” y por ello se convertirán en enemigos de las papitas, los churros y los refrescos para evitar que lleguen a la boca de los niños mientras estudian. El Congreso del Estado le entrará a la vigilancia de la venta de comida chatarra en las escuelas, anunció el diputado perredista Heriberto Lugo, quien adelantó que la Comisión Legislativa de Educación estará pagada a las dependencias estatales encargadas de aplicar la medida, para vigilar su cumplimiento.
Lugo Contreras, presidente de la Comisión Legislativa de Educación, puntualizó que los congresistas michoacanos están conscientes del problema de sobrepeso entre la población infantil del Estado “es un asunto muy grave y en Michoacán 13 de cada 100 niños menores de cinco años tienen baja talla, además de que una quinta parte de los niños en edad escolar y un tercio de los adolescentes presentan exceso de peso, es decir, una combinación de sobre peso más obesidad”, afirmó el perredista.
Señaló que ante la situación actual, los legisladores harán lo que les corresponde con el objetivo de que en el Estado se respete y cumpla la ley que entró en vigor en agosto de 2009, mediante la cual se prohíbe la venta de alimentos chatarra en más de 11 planteles del territorio michoacano.
El perredista también dio su jalón de orejas a los adultos con llantitas, ya que esto no sólo afecta a los menores, sino también a los adultos mayores de 20 años, pues se estima que siete de cada 10 presentan exceso de peso, mientras que 77 por ciento de la población mayor de 20 años de Michoacán tiene obesidad abdominal.
“Es necesario que el problema se ataque de fondo y que a los menores se les enseñe que no es sano que coman productos no nutritivos que sólo contribuyen a generar obesidad, es necesario que los padres de familia también supervisen que en el hogar no se consuman alimentos de bajo o nulo nivel nutricional”, puntualizó.
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