Por: Isahai Abraham Vázquez Molina.
“Todos somos muy ignorantes.
Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas”.
Albert Einstein.
Resulta y resalta que con la presión de la industria de la producción, distribución y reproducción de obra impresa, de audio y de otra índole que fueron a meter a los diputados a San Lázaro, mandaron como representante a Armando Manzanero (que algunos diputados aprovecharon para tomarse la foto del recuerdo) para que los del ojo con parche y que tienen por insignia una calavera con extremidades y andan con pata de palo no sigan haciendo de las suyas en la venta, distribución, mercadeo, ventas directas e indirectas de muchos productos de dudosa procedencia; el Congreso de la Unión en conjunto y por unanimidad han aprobado que se persiga de oficio a la piratería.
Ahora, los empresarios de la industria de lo mismo (antes mencionada) pero un poquito menos de calidad y como más creatividad de corte guarra (y por supuesto más barato) se truenan los dedos, se preguntan unos entre otros cómo le hará el gobierno para llevarlos a todos al tambo, en dónde los van a meter y cómo le hará para transportarlos, si nos pasa por la cabeza la remota idea de que la policía los agarre a todos los millones que hay por el país.
Pensemos un poco querido lector y hagamos cuentas de cuántos en nuestro país, se dedican a esta industria de la pata de palo y cara de maldito, del tamaño que será la penitenciaria en dónde meterían a todos esos insurrectos (toquemos a la economía y siendo honestos es la piratería quien mueve los hilos en materia de ingresos a los hogares en México y sigue generando empleos. Aunque usted no lo crea, pero es verdad), casi se estaría llenando una cárcel monstruosa para poderlos acomodar a todos; porque en materia de ley retroactiva, no sólo meterían a los que producen y distribuyen; sino también a los que consumen los productos de dudosa procedencia; pero no hay que preocuparnos, podemos ampararnos en una primicia básica “no es piratería, le estoy vendiendo un producto clon perfecto y original”.
Me duele ver que ante la cortina de humo que se ha creado el caso de la niña Paulette (una tragedia irreparable, convertida en el hazme reír de un circo mass-media) en donde aparecen las mil y una pistas en donde el equipo de investigación de la CSI versión nuestro país y está en el Estado de México con el procurador Bazbaz, recibiendo órdenes de Peña Nieto (CSI: Es una serie de televisión ficcional estadounidense transmitida por primera vez el 6 de octubre de 2000 en los Estados Unidos por la cadena CBS) saque conclusiones de índole científico en donde las pruebas fueron más sembradas que las de la finca de “El Encanto”, en donde La Paca se llevó los honores por ser la adivina por excelencia; y que solamente les hace falta que entrevisten a la cuñada de la amiga, de la sobrina, de la hermana directa, de la prima primera de la mamá de Paulette para que les cuente la verdadera historia de lo que sucedió con la niña, y todos coincidan en que verdaderamente murió asfixiada. (En fin, vamos por buen camino).
¿Creen que el poder legislativo podrá dejar a un lado algunas de las propuestas legislativas pendientes para meterse de lleno a Tepito a agarrarse a catorrazos con los importadores del vinil malhecho o el de los CD hechos con mucha creatividad guarra?.
¿A poco acatarán también la orden los políticos que traen sus discos de manufactura casera en sus camionetas o los discursos, candidatos de corte pirata que desfilan a diario por todo el país, y más en San Lázaro en tiempos electoreros? (si no, cheque en el canal del Congreso).
Vaya afán de darnos atole con el dedo y de no informarnos con veracidad del terremoto en Oaxaca de magnitud media en esta semana, de los continuos temblores y sacudidas de tierra en el Estado de Guerrero y de que algo le está pasando a nuestro planeta y no hacemos nada. Vaya afán de hacernos como el Tío Lolo. Me cae.
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