Convencido de que los grupos parlamentarios del Partido de la Revolución Democrática, continuarán con un papel muy importante en la generación de equilibrios, el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, aseguró que en un país de contrastes, la prioridad debe ser terminar con la pobreza y la desigualdad.
“Desde mi punto de vista, el principal problema del país, es la pobreza y la desigualdad, sólo un gobierno fuerte, justo, un gobierno progresista, es el que tendrá las condiciones para generar un equilibrio y distribuir la riqueza, pero sólo puede haber riqueza con inversión productiva, si no, no hay nada que repartir”, enfatizó.
En el marco de la reunión plenaria de legisladoras y legisladores del PRD que se llevó a cabo en el Senado de la República, el mandatario michoacano precisó que desde su fundación, el partido ha incluido en sus agendas legislativas el combate a la corrupción, por lo que nadie se opondrá a las acciones para erradicar esas malas prácticas.
“México sigue siendo un país de contrastes, en el que el principal problema es la desigualdad, más que la corrupción. Nadie se opondrá a combatir la corrupción, nosotros lo hemos demandado siempre desde el nacimiento de nuestro partido, ha estado en nuestras agendas legislativas de manera histórica”, puntualizó.
Asimismo, Aureoles Conejo confió en que los grupos parlamentarios seguirán con un papel importante en la defensa de la democracia, los derechos y libertades de las y los mexicanos, a pesar de las mayorías que buscan aprobar leyes y acciones que ponen en riesgo al país.
“Tengo la certeza que en el Senado, nuestros compañeros seguirán resistiendo para que las intentonas y madruguetes no tengan éxito. En este renacimiento del nuevo régimen, hay aguantar, dar la batalla y levantar la voz, porque la República está en peligro”, sostuvo el gobernador del estado.
Finalmente, el mandatario michoacano se pronunció por avalar una ley de amnistía que ofrezca justicia a presos políticos o personas que han sido encarceladas sin justificación ni argumentos válidos, pero no para aquellos delincuentes de grupos hegemónicos, que bastante daño le han hecho a la nación.