Mensaje de Monseñor Joel Ocampo Gorostieta con motivo de la XXIV Jornada Mundial de la Vida Consagrada

Con motivo de la XXIV Jornada Mundial de la Vida Consagrada, me dirijo a todas mis hermanas religiosas y vírgenes consagradas pidiendo al Señor que les conceda la gracia de vivir con gratitud, alegría y generosidad su consagración para que, desde su carisma, colaboren en la construcción del proyecto de Jesús, el Reino de Dios.

Citando las palabras del Papa Francisco, las invito a dar gracias a Dios por este don y a pedir una mirada nueva, que sepa ver la gracia, que sepa buscar al prójimo, que sepa esperar, puesto que, de este modo, dijo, también nuestros ojos verán al Salvador.

El Papa Francisco hace una descripción de la Vida Consagrada: “La Vida Consagrada es un don para la Iglesia, nace en la Iglesia, crece en la Iglesia, está totalmente orientada a la Iglesia”. La vida consagrada está íntimamente unida a la vida y misión de la Iglesia. La Iglesia particular, afirma el Papa, no respondería plenamente a lo que Jesús ha deseado para su Iglesia, si estuviera privada de la Vida Consagrada.

El Proyecto Global de Pastoral 2031-2033 de la Conferencia del Episcopado Mexicano (PGP), agradece el don de la Vida Consagrada, la valora, la alienta y la impulsa a fin de que sus carismas colaboren en la edificación de la Iglesia.

Agradezco a Dios y los Institutos de Vida Consagrada que a pesar de la situación difícil que se vive en nuestra diócesis, han querido venir y permanecer fieles a su carisma en esta zona de la tierra caliente. Las invito a redoblar esfuerzos para que su presencia y testimonio, siga siendo signo visible y creíble del Reino de Dios. Al mismo tiempo, pido a Cristo Buen Pastor que siga llamando a nuestros jóvenes, hombres y mujeres, para que, atraídos por él y su proyecto de Reino, se decidan a dejarlo todo y a seguirlo.

Las invito para que intensifiquemos nuestra oración por el aumento y la perseverancia de las vocaciones a la vida consagrada, pero de manera especial las invito a redoblar nuestros esfuerzos en la promoción vocacional, pero de manera especial en la pastoral vocacional. El reto es evangelizar a nuestros jóvenes, presentarles al Jesús histórico para que, conociéndolo lo amen, amándolo lo sigan y siguiéndolo se comprometan con él.

Recuerden que la mejor manera de evangelizar y promover las vocaciones es nuestro testimonio de vida. Por esta razón las invito a vivir nuestra consagración de una manera alegre y generosa, de manera que quienes nos vean plenamente realizados y felices, se sientan atraídos para seguir al Señor en este estilo de vida.

Les comparto que he estado tocando puertas para invitar a nuevas comunidades religiosas que quieran venir a compartir su vida y carisma en nuestra Diócesis. Permítanme estar cercano a ustedes, conocerlas y atenderlas de la mejor manera. Así mismo, me comprometo a seguir enseñando al Presbiterio y al Pueblo de Dios el valor de la Vida Consagrada.

Invito a todos mis hermanos sacerdotes y fieles en general a acoger con amor el don de la Vida Consagrada en sus diferentes formas y carismas. Así mismo los invito a valorar, respetar y amar a nuestras hermanas y hermanos que, dejándolo todo, siguen al Señor y gastan su vida en nuestra Diócesis de Ciudad Altamirano.

Concluyo este mensaje citando textualmente las últimas palabras del Papa Francisco en su homilía con motivo de esta Jornada Mundial de la Vida Consagrada: “Los religiosos y las religiosas, hombres y mujeres que viven para imitar a Jesús, están llamados a introducir en el mundo su misma mirada, la mirada de la compasión, la mirada que va en busca de los alejados; que no condena, sino que anima, libera, consuela”.
Los bendice de corazón:

+ MONS. JOEL OCAMPO GOROSTIETA.
Obispo de Ciudad Altamirano

Cd. Altamirano, Gro. a 2 de Febrero de 2020

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