El Prieto dice y opina

Caballos

“Todo mi imperio por un caballo”.

  •         Dicen que la historia se escribió sobre los lomos de un caballo.
  •         Que en su cabalgar a través del tiempo es lo que se ha recopilado para el conocer nuestro.
  •         Los caballos cambiaron muchas veces los cursos de la historia.
  •         Un ejército comandado por el sanguinario Atila decía: “Donde mi caballo pisa ni la hierba nace”.

        Alejandro Magno en su caballo “Bucéfalo”, así llamado, sale de Macedonia en su afán de conquista. Nada lo detiene en Babilonia; hoy Irak a los poderosos ejércitos de Ciro “El Grande”, fueron puestos de rodillas y ahí están las tierras donde se desarrollaron cuentos como “Las Mil y Una Noches”, fueron conquistados.

        Los himalayas no fueron obstáculo para llegar hasta la India; allí se enfrentaron dos nobles bestias que fueron el caballo contra el elefante. Dos animales con diferentes ventajas y desventajas. Dos animales usados como arma en este arte llamado “guerra”; este arte que extermina razas, cambia costumbres, doblega imperios y modifica mapas.

       “Rocinante”, caballo que montara Don Quijote de la Mancha, en su gran recorrido detrás de la aventura, peleando con monstruos de su imaginación y que eran molinos de viento y que quedara para la literatura universal como “El Jinete de la Triste Figura”.

        “Babieca”, nombre del caballo que montara Don Rodrigo Díaz de Vivar, conocido con el nombre del “Cid Campeador”, quien en su última batalla la ganó yendo muerto dentro de su armadura en los lomos de su caballo “Babieca”.

        Don José María Morelos y Pavón, en sus caballos “El Parchado” y “El Rosario”, que lo acompañaron en su paso por Huetamo y en las campañas de Acapulco, Oaxaca, que por su heroísmo es uno de los más grandes de la historia de México, que casi no quiso decir que hay que nacer, crecer, luchar y luego morir para ser leyenda.

        Francisco Villa, en su caballo y yegua llamado “Siete Leguas”, quien fuera el único hombre que ha invadido a los Estados Unidos, entrando por el pueblo fronterizo “Palomas” y llegar hasta la población gringa de “Columbus” y buscar a unos mercaderes judíos de apellido Rabel para cobrarles con sus vidas la burla de haberle vendido parque defectuoso y que le ocasionó perdiera la famosa batalla de Celaya ante las fuerzas del general Obregón; batalla en donde perdiera a más de 15 mil hombres y se retirara a lo más con tres mil.

        “Ariete”, único caballo mexicano que ganara Medalla de Oro en los Juegos Olímpicos de Roma, y que lo montara el general Mariles. Fue la hermosura de un caballo lo que hizo confiarse al general Emiliano Zapata, que se lo mandaran como regalo y así asistiera a la hacienda de Chinameca, donde el militr Guajardo lo asesinara.

        Termino este sencillo escrito con un fragmento de un corrido de la revolución: “El caballo que tanto montara, en Jiménez la muerte encontró, una bala que a mí me tocaba a su cuerpo se lo atravezó, al morir de dolor relinchaba por la Patria su vida ofrendó, al morir de dolor relinchaba, cómo lloraba cuando se murió”.

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