Conocida como “La Tariácuri” y considerada una de las mejores cantantes de la canción ranchera, esta artista eligió triunfar como actriz en el Cine de Oro y seguir con su exitosa carrera al amor, pues se divorció luego de 5 años de matrimonio debido a que su pareja no estaba de acuerdo con su vida artística.
Amalia Mendoza García nació en Huetamo, Michoacán, el 10 de julio de 1923, conocida como una de las más importantes intérpretes de la canción ranchera de los últimos cuarenta años. Su sobrenombre “La Tariácuri” se debe al trío musical de sus hermanos el Trío Tariácuri.
Hija de Francisco Mendoza Rentería y Dolores García Mendoza, a los seis meses de edad, su familia se fue a vivir a Morelia, la capital de Michoacán, y a los seis años empezó a cantar en eventos escolares. En 1932, sus hermanos formaron el Trío Tariácuri, uno de los primeros tríos masculinos en dedicarse a la canción ranchera.
Pero Amalia también quería ser artista, por lo que junto a una de sus hermanas y un amigo formó otro trío, su oportunidad llegó cuando la agrupación de sus hermanos salió de gira, y ella fue llamada por la estación de radio XEW para tomar el espacio que se había quedado vacío.
Comenzó su carrera como solista en 1954 con la grabación de “Puñalada Trapera” y ganó fama cuando comenzó a difundirse su música en la principal estación de radio de México, la XEW. Fue una de las primeras mujeres que tuvieron gran éxito en el género de la música de mariachi.
Su vida artística abarca más de 30 años e incluye 36 álbumes grabados. Sus canciones más famosas son “Échame una culpa” de José Ángel Espinoza “Ferrusquilla” y “Amarga Navidad”, compuesta por el famoso cantante José Alfredo Jiménez.
Amalia Mendoza eligió su carrera antes que el amor
Durante su juventud, Amalia se enojó con su novio y quiso irse de México, razón por la que decidió firmar un contrato para realizar una extensa gira por Europa por un año. Al regresar a nuestro país, se comunicó con su novio y se reconciliaron, para finalmente casarse.
Mendoza aceptó dejar su carrera para trasladarse al estado de Veracruz con su marido, quien era un médico, pero su esposo le prohibió seguir cantando, sin embargo, la actriz viajaba cada seis meses a la Ciudad de México para grabar canciones para la Lotería Nacional y posteriormente para Discos Columbia con su hermano.
Su vida como artista y los constantes viajes comenzaron a causar problemas en su matrimonio, por lo que “La Tariácuri” decidió separarse de su marido para dedicarse a su carrera. Su matrimonio duró poco más de cinco años, de 1948 a 1953, y después volvió a casarse con Octavio Fernández de la Vega, en 1963.
Su paso por el Cine de Oro
Participó en varias películas como cantante y como actriz. Le rindió homenaje a Jorge Negrete en “El charro inmortal” (1954), y siguió su carrera en el Cine de Oro doblando la voz de Rosita Quintana; en esta película también hizo un dueto con Miguel Aceves Mejía.
Tuvo una actuación especial en “Fiesta en el corazón” (1958), en donde alternó y cantó con Flor Silvestre. Participó en el Festival de Cine de Berlín con “Una cita de amor” (1958), que fue dirigida por Emilio Fernández, quien consideró a Amalia como la mejor cantante del género ranchero.
Su primer papel estelar lo consiguió en “Yo… el aventurero” (1959), en donde ella y Rosa de Castilla compiten por el amor de Antonio Aguilar, y después de esta película, interpretó papeles estelares en la comedia ranchera “Los laureles” (1961), con Demetrio González y Elvira Quintana, y el drama musical “¿Dónde estás, corazón?” (1961).
Amalia Mendoza, “La Tariácuri”, falleció el 11 de junio de 2001 de una enfermedad pulmonar progresiva y sus cenizas fueron depositadas en el lago de Pátzcuaro.
FUENTE: Heraldo de México
