Hoy se cumplen 17 años de la partida de Leobardo Acosta Quintanar, uno de los grandes exponentes del jazz en México. Nacido en Huetamo, Michoacán, el 7 de julio de 1925, Acosta Quintanar dejó una huella imborrable en la música nacional, enriqueciendo el panorama sonoro con formas expresivas que rompieron con la monotonía tradicional. Falleció la madrugada del 2 de septiembre de 2007 en su domicilio en la Ciudad de México, dejando un legado invaluable en el mundo artístico.
Leobardo, conocido cariñosamente como “Leo” por sus amigos, no solo destacó por sus habilidades artísticas como percusionista, compositor y director de orquesta, sino también por su fuerte compromiso social. A lo largo de su carrera, se enfrentó a las dirigencias gremiales que afectaban a músicos y compositores, lo que le costó persecuciones y acoso tanto social como económico. Sin embargo, nunca se dejó doblegar, manteniendo siempre su espíritu libertario en un medio a menudo dominado por injusticias.
Su legado incluye una significativa participación en los inicios del rock nacional y en la musicalización de innumerables películas, donde también tuvo roles como actor. Este vasto trabajo contribuye al patrimonio artístico mexicano, consolidando su lugar en la historia del jazz y de la música en general.
A siete años de su fallecimiento, Leobardo Acosta Quintanar sigue siendo recordado por su talento y su inquebrantable lucha por los derechos de los músicos. Hoy, el jazz mexicano aún siente el vacío que dejó su partida, pero su legado perdura como una inspiración para las nuevas generaciones de artistas.