Zitácuaro, Mich., 19 de Agosto de 2010.- “Si en verdad somos un país de leyes, es urgente que los días de batalla y guerra queden atrás, que no se vierta más sangre inocente, sin dejar en nosotros los vicios de la ceguera o la insensatez”, advirtió el diputado Antonio García Conejo (PRD) durante su discurso en la ceremonia del CXCIX aniversario de la instalación de la Suprema Junta Nacional Americana.
En sesión solemne del Congreso del Estado, en la ciudad de Zitácuaro, Michoacán, el legislador estableció que es una responsabilidad del Estado mexicano garantizar la vida de todos y cada uno de sus ciudadanos, “todos valen igual. No olvidemos este principio fundamental que es la base misma de la igualdad y la equidad”.
Ante José Manuel Villalpando, representante del Presidente de la República; el Gobernador del Estado, Leonel Godoy Rangel; el presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Alejandro González Gómez; y, el presidente municipal de Zitácuaro, Juan Antonio Ixtláhuac Orihuela, el legislador dijo que a partir de acontecimientos como éste, es que podemos pensar en doscientos años de concebir a la paz, la justicia y la libertad como objetivos primordiales de un país que no se ha cansado de buscar la construcción de una democracia amplia, profunda.
“En nuestros días, no se necesita que un grupo de uniformados salten al campo de batalla para buscar una victoria que parece inalcanzable; es necesario que todos seamos responsables del pasado que heredamos. Pero, sobre todo, los que fuimos elegidos por el pueblo para representarlo, debemos obligarnos a repensar las estrategias que nos lleve a una historia digna y limpia”, puntualizó.
Antonio García manifestó ante sus compañeros legisladores que estamos próximos a cumplir 200 años de que el pueblo se vio obligado a romper las cadenas de la esclavitud, donde se propagaba la crueldad, la discriminación, la intolerancia, la miseria y la opulencia; y que hoy día, México padece de vicios que dañan severamente a las instituciones y lastiman al pueblo, debilitando la organización política y económica.
Hagamos entonces -dijo- de nuestro trabajo un signo de buenas voluntades como esos hombres ilustres que nos dieron un Estado y un pueblo independientes, que la unión esté por encima de las diferencias, que lleguemos a los acuerdos precisos para que podamos entregar a las generaciones venideras la patria que anhelamos y a la que todos tenemos derecho, y que, desgraciadamente, todavía no existe.
En la sesión en la que también estuvieron presentes los senadores Silvano Aureoles y Marko Cortés, así como funcionarios estatales, el diputado recordó la instalación de la también llamada Suprema Junta Gubernativa de América como un hecho que ratifica que la cuna ideológica de la independencia de México fue Michoacán, “nuestro Estado es la pieza fundamental de nuestra propia representación nacional, la parte que da vida a nuestra identidad, a nuestra justicia social”.
Recordó que la creación de una Constitución era el principal objetivo de la Junta de Zitácuaro, conformada por José María Morelos, José María Liceaga, el cura José Sixto Verduzco e Ignacio López Rayón con una vigencia del 19 de agosto de 1811 y 1813.
“Entre sus atribuciones estarían el nombramiento de autoridades políticas y militares, además de la impartición de justicia. Esta organización de gobierno político económico, a pesar de su corta vigencia, logró inclusive el acuñamiento de moneda. Tal fue el alcance, que el mismo Simón Bolívar reconoció y admiró en su famosa Carta de Jamaica”, detalló Antonio García Conejo.
Finalmente, el diputado y orador oficial manifestó que la junta tenía como principal objetivo que las decisiones políticas, económicas y sociales fueran tomadas por los propios americanos y no desde la corona española.
