Lo mataron de diez impactos en un servicio de autolavado

Mientras desayunaba en el autolavado donde pernoctaba en Huetamo, un caracuarense fue acribillado de 10 balazos calibre 9 milímetros que le acertaron en la cabeza y el pecho. El asesinato ocurrió este martes al filo de las 10:00 de la mañana, en el autolavado que se ubica en la calle Stella Inda 23, de la colonia Arroyo Seco, en Huetamo.
Dos sujetos se le acercaron y uno de ellos le disparó su arma hasta en 15 ocasiones, 10 de las balas se le incrustaron en su cuerpo a Mario Gómez Sánchez, quien murió instantáneamente.
Dos sujetos se le acercaron y uno de ellos le disparó su arma hasta en 15 ocasiones, 10 de las balas se le incrustaron en su cuerpo a Mario Gómez Sánchez, quien murió instantáneamente.

El agente del Ministerio Público Investigador en turno de este Distrito Judicial, acompañado por un perito criminalista y elementos ministeriales, se constituyó debida y legalmente en una negociación de autolavado donde dio fe del levantamiento del cadáver de quien en vida respondiera al nombre de Mario Gómez Sánchez, de 49 años de edad, originario de Carácuaro, Michoacán, domiciliado en la localidad de El Reparo, de esta municipalidad, quien falleciera a consecuencia de las lesiones que sufrió, producidas por impactos de proyectiles de arma de fuego.

El ahora occiso se hallaba sentado sobre una silla de plástico color blanco, junto a una mesa del mismo material, donde presumiblemente comía y presentaba nueve orificios de entrada a la a altura del lado derecho de la cara, con salida atrás de la cabeza y cuello, y uno más, a la altura del tórax en su lado derecho.

En el lugar se localizaron y aseguraron 15 casquillos percutidos del calibre 9 milímetros. El cadáver fue trasladado al SEMEFO, donde les fue practicada la necropsia de ley, integrándose la averiguación previa penal número 121/2011-I.

Se conoció que el ahora fallecido se alojaba en la citada negociación con permiso del propietario, a la cual arribó a las 10:00 horas, en compañía de dos amigos con quienes iba a desayunar.

De improviso llegaron a la negociación dos individuos pidiendo les diera agua para el vehículo que traían, y Mario Gómez les indicó que la tomaran de una tina que se hallaba cerca.

En esos instantes, uno de los sujetos les apuntó con un arma de fuego y los amagó diciéndoles que no se movieran, para enseguida disparar en varias ocasiones contra la humanidad de Mario, quien quedó inerte en su lugar.

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